- ¿Puede llegar un momento en el que haya vacunas contra el covid disponibles pero no jeringas con las que inyectarlas? Al tratarse de una actividad esencial es difícil que ese escenario sea una realidad, pero lo cierto es que el plástico es uno de los materiales que están escaseando en estos momentos y las empresas del ramo encaran turbulencias. No son las únicas compañías vascas asfixiadas por el bajo ritmo de producción de sus proveedores.

La cabeza visible del problema son Mercedes en Gasteiz y Volkswagen en Iruñea, bloqueadas por la falta de chips. El problema adquiere relevancia al tratarse de dos empresas tractoras que por sí solas impulsan gran parte de las economías alavesa y navarra. El sector aeronáutico, otra locomotora que arrastra con intensidad a empresas más pequeñas, también está sufriendo el colapso.

Sin embargo, el problema es mayor de lo que deja intuir la parte visible del iceberg. La patronal de Araba SEA apunta al menos otras tres industrias afectadas. Los transformadores de plástico, madera y cartón están sufriendo también un doble desafío: los suministros no llegan a tiempo -o al menos no con el ritmo previo a la pandemia- y los precios están fuera de los estándares habituales. A ello hay que unir el incremento del precio de la energía de los últimos meses. Una tormenta perfecta que pone en riesgo la recuperación de la actividad de las empresas vascas.

“Es como si, tras la bomba que supuso el coronavirus y cuando empezamos a levantarnos, explotaran ahora las minas que ha dejado el enemigo en su retirada”, sostiene un empresario de la construcción consultado por este diario, otro de los sectores que nota la falta de oxígeno.

Confebask también ha constatado esta situación. Los empresarios vascos confían en que esta escasez se trate de un circunstancia puntual que se resuelva por las propias leyes del mercado, pero advierten de que esta “crisis en la salida de la crisis” es un riesgo para la viabilidad de muchas compañías.

El epicentro del movimiento tectónico está en Gasteiz, donde Mercedes Benz ha bajado la persiana una semana por la falta de componentes electrónicos, estudia presentar otro ERTE y se intuye que, durante la negociación con el comité de empresa, habrá algún movimiento de ficha en el ámbito del empleo temporal. La solidez del proyecto de la multinacional alemana despeja las dudas sobre el futuro de la compañía. No obstante, no está tan claro el efecto en los satélites, proveedores locales, que orbitan en torno al gigante de la automoción.

Esa percepción se puede trasladar al conjunto de la economía vasca y de las actividades productivas. La patronal alavesa, SEA, que por la estructura económica del territorio tiene una gran presencia industrial entre sus socios, es la asociación empresarial que más activa se ha mostrado a la hora de advertir de los efectos del desabastecimiento de materiales. Hace dos meses alertó del “peligro para la recuperación económica que suponían los vaivenes en la campaña de vacunación”, pero ese frente se ha superado y el aumento de ciudadanos vacunados se ha “reflejado en una mejora generalizada de la actividad de las empresas”.

Sin embargo, la “cara amarga en esta fase de brotes verdes” es la escasez de materias primas y “el notable aumento que ha experimentado el precio de las mismas”.

Con todo, a pesar de que el ritmo de la recuperación se ha ralentizado, las empresas vascas mantienen que la caída de producción generada por el covid se recuperará dentro de un año. La burbuja de los proveedores es de momento un contratiempo en el viaje, pero las compañías vascas consideran clave controlar el precio de las materias primas para que la dinámica no vaya a mayores.

35%

En líneas generales, el valor de las materias primas ha aumentado más de un tercio en los últimos doce meses. Sectores. El sector vasco de la automoción se encuentra en el escaparate por los problemas que atraviesan Mercedes-Benz en Araba y Volkswagen en Nafarroa, pero también hay otros sectores afectados. Entre ellos, la industria del plástico, la madera y el cartón, así como la construcción.