- La “senda de la recuperación es irreversible” y el avance en la vacunación alimenta el optimismo. Con un trimestre “de retraso”, la economía vasca se ha enganchado ya a la fase de crecimiento y, si sus principales socios -España y Europa- han mejorado sus expectativas, solo cabe esperar una revisión al alza de las previsiones.

El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, participó ayer en las VIII Jornadas Financieras Deusto Business School, que cuenta también con la organización de la asociación de antiguos alumnos (Deusto Business Alumni), con la línea argumental de las fusiones e integraciones empresariales.

Durante su intervención, Pedro Azpiazu recordó que en la edición de 2020, celebrada a mediados de octubre por la pandemia, las perspectivas eran muy favorables pero las “olas de contagio” frenaron la recuperación. La situación cambia ahora radicalmente debido al actual ritmo de vacunación.

Este trimestre y el próximo serán ciclos con “grandes avances” en el crecimiento económico. Coincidirá el repunte de la actividad y el avance en la inmunidad. En estos momentos, un 40% de los vascos mayores de 16 años ya han recibido al menos una dosis de la vacuna y en breve se superará el 50%.

Las empresas crean empleo y dejan atrás la crisis gradualmente, la recuperación no tiene vuelta atrás y Azpiazu “confía” en que la próxima revisión de las previsiones del Gobierno Vasco apunte en la misma dirección al alza que han tomado las últimas semanas las estimaciones de la Unión Europea y España.

El consejero vasco de Economía destacó que la “respuesta política” de Europa a la crisis ha sido en esta ocasión “contundente”. Frente a la “política de la austeridad” se ha apostado por una política fiscal expansiva y la puesta en marcha de un plan de rescate que impulsará la transformación de las economías de los estados miembros y la regiones. En ese sentido, Azpiazu insistió en la necesidad de impulsar proyectos regionales que enfoquen la salida de la crisis en función de la estructura económica de cada territorio.

Se trata de activar las fortalezas de Euskadi y avanzar en un proyecto de país apoyado en un modelo de gobernanza local. Las generaciones futuras van a tener que asumir el “pasivo de la deuda”, pero hay que dejarles un “activo” con el que devolver el dinero prestado, afirmó.