DONOSTIA - Un operario de la empresa Refrectarios Kelsen de Aduna ha fallecido este pasado lunes al sufrir un infarto cuando se encontraba trabajando, lo que le ha causado la muerte en el acto. El sindicato LAB ha subrayado que con este fallecimiento, "son al menos 21 los trabajadores muertos desde el comienzo de año en Euskal Herria".

LAB ha trasladado su "solidaridad y apoyo" a los familiares y compañeros del trabajador fallecido y ha incidido en que "los infartos o el hecho de que se dé una dolencia vascular circulatoria en el trabajo, no son casualidad". "No es que lo ocurrido, tal y como dice la patronal, no tiene nada que ver con el trabajo", ha enfatizado.

La central sindical ha asegurado que este tipo de accidentes se producen "en determinados trabajos y bajo determinadas condiciones" y ha resaltado que "la presión laboral, el estrés o los ritmos de trabajo son, en la mayoría de los casos, factores determinantes, junto con las condiciones de vida y trabajo".

En esa línea, ha destacado que los accidentes no traumáticos, los infartos y los ictus "se han convertido en la primera causa de accidentes laborales mortales" y ha recordado que, en lo que va de año, "cinco han sido los trabajadores fallecidos por esta misma causa".

Por ello, LAB ha insistido en que "los accidentes laborales, tanto traumáticos como no traumáticos, no son fruto del azar o la casualidad, son el resultado de las relaciones laborales que se dan, de la precarización, la normativa laboral, la subcontratación y del actual mercado de trabajo".

"Necesitamos vivir y trabajar dignamente y tenemos derecho a volver sanos y sanas del trabajo. La única manera de acabar con esta lacra individual, familiar y del conjunto de la sociedad es la lucha y la organización. Necesitamos un cambio de las relaciones laborales y de las reglas de juego, un nuevo modelo que priorice la vida y la salud de los trabajadores por encima de todo lo demás", ha concluido.