La Diputación de Gipuzkoa gastó 1,2 millones de euros en 2019 en un complemento de productividad para sus empleados públicos con el fin de reducir el absentismo laboral, una medida cuestionada de nuevo por el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas y que, además, no resultó efectiva. El TVCP ha hecho público hoy el informe de fiscalización de la Cuenta General del Territorio Histórico de Gipuzkoa, de la que vierte una opinión favorable y apunta que ha cumplido "razonablemente con la normativa legal", con la excepción de algunas "deficiencias puntuales".

Uno de los aspectos más llamativos del informe hace alusión a este complemento de productividad ligado al hecho de acudir a trabajar y que ya fue cuestionado por el TVCP en el informe relativo a 2017, año en el que la Diputación aprobó esta paga para luchar contra el absentismo laboral entre sus más de 2.100 empleados. En su informe, al igual que apuntó sobre 2017 con las mismas palabras, el Tribunal de Cuentas considera que el complemento de productividad "debería utilizarse para retribuir el especial rendimiento, interés o iniciativa de cada trabajador en el desempeño de sus tareas asignadas".

Aquel año la Diputación gastó 355.361 euros en una paga única que oscilaba entre los 180 y los 200 euros para los empleados, en función de su índice de absentismo laboral. Sin embargo, la cantidad se ha elevado en 2019 hasta los 1,2 millones de euros después de que la Diputación, tal y como refleja en su escrito de alegaciones, decidiera en dos ocasiones -en 2018 y en 2019- subir el complemento en 400 y 100 euros respectivamente para atajar nuevos "repuntes" en sus índices de absentismo.

En sus alegaciones, la institución foral indica que constató que el índice de absentismo fue incrementándose "paulatiamente" al pasar de una media del 5,27 % en septiembre de 2014 al 6 % en el mismo mes de 2017, motivo por el que aprobó ese año este complemento de productividad.

El ente foral sostiene que en ese momento la medida "se mostró eficaz", ya que en septiembre de 2018 el índice bajó del 6 al 5,93 %, lo que, "si bien no es un descenso significativo" sí apuntaba "a una reversión de la tenencia mencionada".

En vista de estos resultados, la Diputación decidió en 2018 volver a aprobar un nuevo complemento para cada empleado "ligado a su índice de absentismo particular" y lo incrementó en 400 euros.

Sin embargo, este fuerte aumento -más del doble del complemento original- no dio resultado, ya que en 2019 el índice "sufrió un ligero repunte al alza", al pasar del 5,93 % en septiembre de 2018 al 6,06 % en el mismo mes de 2019.

Para solucionarlo, la Diputación optó por volver a subir el complemento, esta vez en 100 euros, hasta alcanzar los entre 600 y 700 euros de paga única que reciben los empleados forales que no se ausenten de su trabajo.

Este estímulo no fue suficiente y en 2020 la institución foral ha descartado "volver a aprobar el referido complemento".