- El sector industrial vasco fabricante de componentes para el automóvil contempla un crecimiento de al menos el 9% para este año tras el histórico descenso de la facturación de nada menos que un 18,5% registrado en 2020 por culpa de la situación económica adversa generada por la pandemia del coronavirus, las incertidumbres sobre el modelo de coche del futuro en plena fase de descarbonización y la manifiesta hostilidad de ciertos sectores de la administración frente al automóvil.

Con todo, las compañías que configuran el Clúster de Automoción del País Vasco (Acicae) contemplan un crecimiento para el sector 2021 de “entre el 9 y el 11%”, tras cerrar el pasado ejercicio con una facturación del orden de los 16.605 millones de euros, un 18,5% menos que en 2019 debido a la crisis mundial derivada del covid. En dichas cifras no están incluidos los datos de Mercedes Vitoria.

En 2019, el último año antes de la pandemia, el sector vasco creció un 5,5% hasta los 20.355 millones de euros, con grandes empresas al frente como Gestamp, CIE Automotive, Teknia o las del grupo Mondragon, entre otras.

Según fuentes del clúster vasco de automoción, el retroceso ha estado motivado, sobre todo, por la crisis económica provocada por la pandemia, lo que obligó a “parar la actividad de las fábricas en muchos países durante largos periodos de tiempo”.

En relación al empleo que genera el sector, entre los mejor pagados y de mayor calidad de la economía vasca, la automoción de Euskadi cerró el pasado año con unos 40.000 empleos, en concreto 39.255, lo que representa un recorte del 2,9%. Teniendo en cuenta todas las plantas que las empresas vascas de componentes de automoción tienen repartidas por todo el mundo, en total generan 120.000 puestos de trabajo directos.

Aunque Acicae reconoce los malos datos contabilizados en el pasado ejercicio, desde el clúster recuerdan, en tono positivo, el cambio de tendencia de los últimos meses del año y señalan que el final de 2020 “ha sido mucho más favorable”, consiguiendo el sector recuperar “parte de lo perdido” en los seis meses centrales del pasado ejercicio, cuando se desató la crisis sanitaria a escala mundial.

La directora del clúster Acicae que integra a unas 300 empresas, de ellas 50 de capital extranjero, Inés Anitua, señaló ayer que “el sector ha crecido en los últimos diez años y lo seguirá haciendo como viene siendo habitual en cuanto se estabilice la situación de la pandemia”.

Por otro lado, en cuanto a sus mercados, el 90% de las ventas del sector vasco siguen siendo internacionales, y más de la mitad de las mismas se genera fuera de Europa, una buena noticia cuando se constata que las ventas en tierras europeas, donde se producen el 22% de los coches del mundo, han caído un 21% mientras que en Asia sólo lo han hecho en un 10%, siendo ya el 57% del mercado mundial del coche.

Las empresas de automoción del clúster mantienen más de 320 plantas productivas en 32 países, tanto en mercados emergentes como tradicionales.

El secretario general de Industria del Ministerio de Industria, Raül Blanco, de la facción del Gobierno español que entiende que la industria del automóvil es la primera del Estado, destacó que sin industria de la automoción “no hay transición ecológica” y recordó la importancia de poner el coche “en el centro”, ya que sin él “no hay proyecto”, en su intervención en la jornada empresarial La Evolución del Sector de la Automoción organizada por El Economista.

77,6 millones. La producción mundial de vehículos cayó el pasado ejercicio de 2020 un 16% hasta alcanzar menos de 77,62 millones de unidades, con lo que retrocedió a los niveles de 2010, según la Organización Internacional de Fabricantes de Automóviles (OICA). La de 2020 fue “la peor crisis” que ha sufrido el sector y llegó después de un descenso del 5,2% en 2019 que había puesto fin a un ciclo de diez años de crecimiento consecutivo, destacó el presidente de la OICA, Fu Bingfeng. El retroceso del pasado ejercicio fue muy desigual entre las diferentes zonas del mundo, puesto que Asia, y muy particularmente China, resistieron mejor a ese movimiento bajista. En el continente asiático, que representó un 57% de la producción global, la baja se limitó al 10%. Y en China, solo el 2% (con 25,2 millones) de coches frente al 21% de Europa.