a brecha sigue siendo una sima. También económica. Casi el 40% de la misma aún no se ha logrado cerrar pese a que ha descendido cuatro puntos, del 68% al 64% en los últimos cinco años. Y es cuantificable. Contante y sonante. Eliminarla tendría un impacto económico de 230.847 millones de euros, representativos del 18,5 % del PIB de 2019. Son cifras de un informe de la plataforma ClosinGap (Cerrando la Brecha) elaborado y presentado este viernes por la consultora PwC cuya conclusión es que aún queda un 36% de brecha de género por cerrar y que al ritmo actual en que se eliminan las diferencias que afectan a las mujeres en el empleo, todavía se tardará 35 años en alcanzar la paridad en el Estado español. Ese potencial incremento económico vendría acompañado por la creación de hasta 3,2 millones de empleos femeninos.

Ello supondría un crecimiento del valor añadido, un aumento del consumo y un mayor emprendimiento femenino tirando así de la formación bruta de capital y de la internacionalización, según señala Anna Merino, directora de Consultoría Estratégica y Económica de PwC. Porque la consecuencia de no cerrar esa brecha es que las mujeres solo contribuyen a un 41,5 % del PIB, mientras que representan algo más de la mitad de la población en edad de trabajar.

“La paridad es un tema de justicia y equidad pero también un problema de recuperación económica”, ha asegurado el socio responsable de Mercados de PwC, Manuel Martín Espada, un argumento en el que coincide la directora de Operaciones para Europa de Merck y presidenta del Comité Ejecutivo de ClosinGap, Ana Polanco: “Tenemos 18,5 puntos de PIB por ganar”. Polanco insta a aprovechar la “oportunidad” que representará la recuperación tras la pandemia para impulsar medidas desde el ámbito público y privado con el objetivo de cerrar esta desigualdad.

La brecha varía entre las cinco categorías del índice, siendo menor la de salud y bienestar (84,5%), seguida por la de la digitalización (71,3%), la educación (67,9%), el empleo (65%) y, por último, la de la conciliación (44%).

En la de empleo, la desigualdad tiene raíz en la tardía incorporación de la mujer a la fuerza laboral, discriminación en la contratación, salarios más bajos de media, mayor proporción de empleo a tiempo parcial por motivos de conciliación y sobrerrepresentación en sectores económicos más precarios.

Si se equiparase la participación laboral de las mujeres a la de los hombres, el PIB español podría aumentar un 10,1%, tasa a la que se sumaría otro 7,5% si las horas trabajadas también fuesen las mismas, y otro 1% si se igualase la distribución sectorial del empleo femenino al masculino.

“En el empleo, la mujer sufre una doble penalización: por mujer y por madre”, explica la fundadora de Mujeres en Economía, Isabel Álvarez, ya que la llegada de hijos hace que la brecha no solo no se reduzca, sino que se incremente.

Álvarez destacó también la práctica ausencia de mujeres en puestos de responsabilidad, lo que afecta a la brecha salarial, por lo que elogia las acciones de mentoring, así como otras enfocadas al aumento de talento femenino en áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). “La brecha en la conciliación es la más grande”, explica Merino, porque en la sociedad está “muy asumido que el rol de la mujer es el de madre y cuidadora, tanto de pequeños como de mayores, lo que conlleva una renuncia muy importante de la carrera profesional que no llega nunca a recuperarse”.

Para la presidenta de ClosinGap, Marieta Jiménez, es necesario aún hablar más de “corresponsabilidad desde los ámbitos familiar, empresarial y de los sectores públicos”.

Del índice destaca también el incremento de la brecha de género en educación en los cinco últimos años, algo que Álvarez atribuye a la situación económica que ha llevado a elegir entre trabajo o estudios, por lo que apuesta por incrementar la presencia femenina en carreras técnicas, “rompiendo estereotipos”, algo en lo que coincide Merino: “Es preciso desacomplejar a la mujer, desde universidad y el bachillerato, para cambiar hábitos”.

“La paridad es un tema de justicia y equidad, pero también de recuperación económica”

Responsable de Mercados de PwC