- El dato concreto se conocerá las próximas semanas, pero el director de Estudios de Laboral Kutxa, Joseba Madariaga, adelantó ayer que la cooperativa de crédito va a rebajar sus previsiones del Producto Interior Bruto de Euskadi por los efectos de la segunda ola del coronavirus. Según sus cálculos revisados, la economía vasca caerá entre un 10% y un 10,5%, lo que supone un retroceso algo más de un punto superior a la estimación de julio.

El retroceso va en línea con los porcentajes que manejaba el Gobierno Vasco (-10,1%) en septiembre, antes de que la pandemia mostrara de nuevo su peor cara. Así que cabe interpretar que el rebrote tendrá un impacto como mucho de cerca de medio punto en términos de PIB. Todo ello a expensas de que la situación mejore en el tramo final del año.

Es el resultado de incluir en el patrón de comportamiento de la actividad las últimas restricciones en la hostelería y en la movilidad que han entrado en vigor este mes. La recuperación iniciada tras el fin del confinamiento se ha frenado. De modo que la caída del PIB será este año más pronunciada de lo que se estimaba hace cinco meses y el rebote de 2021 será más limitado, inferior al 7% que se preveía en verano.

Madariaga participó ayer junto al director de Estudios de CaixaBank, Oriol Aspachs, en la cita que celebra todos los años por estas fechas Adype, la Asociación de Directivos y Profesionales de Euskadi, para dar una visión global del horizonte económico. El acto, semitelemático, estuvo también marcado por la actual situación sanitaria.

La vacuna es un activo en el escenario en el que desarrollan su actividad las empresas y todas las “esperanzas” están puestas en que los avances en la lucha contra la pandemia conocidos las últimas semanas y una vacunación masiva desde el arranque del próximo curso permitan que la actividad social y, por extensión la economía, se sitúe definitivamente en un escenario de normalidad.

Hasta ese momento cualquier análisis de la economía refleja la “incertidumbre y la fragilidad” actual. Con todo, Aspachs afirmó que los analistas están “cada vez más convencidos” de que la batalla contra el covid se está ganando, lo que alimenta la “esperanza”. De modo que confían en alcanzar la normalidad en el primer trimestre de 2021 y que el crecimiento se acelere a partir del segundo cuarto del año, coincidiendo además con la puesta en marcha efectiva del Plan de Recuperación de la Comisión Europea.

En ese sentido, el responsable de las proyecciones económicas de CaixaBank afirmó que, “si se hace bien” el programa Next Generation de la UE dará “un impulso importante a la economía española” y permitirá que el tejido productivo sea “más sostenible a nivel energético” y avanzar en el capítulo de la digitalización. “La pregunta es si España será capaz de gestionar” esos recursos, que aportarían un 1% del crecimiento previsto para el próximo año, afirmó Aspachs.

Desde Laboral Kutxa, Joseba Madariaga destacó que Europa ha activado “medidas excepcionales y de dimensiones muy importantes” para hacer frente al impacto económico del covid, que ha supuesto un “shock entre oferta y demanda descomunal” durante la fase más complicada de la pandemia, los meses del confinamiento. Tras superar esa fase crítica con la desescalada y el repunte de actividad que se registró en los meses de verano, la segunda ola del COVID-19 vuelve a condicionar la actividad.

A pesar de que el “deterioro no alcanza los niveles de marzo”, porque la mayor parte de la economía sigue en marcha, las nuevas medidas están pasando ya factura en el sector servicios y en el mercado laboral, indicó el responsable de Estudios de Laboral Kutxa.

Con todo, en la parte positiva, Joseba Madariaga destacó que las restricciones están dando fruto y la disminución de los contagios registrada esta semana alimenta el optimismo, a pesar de que la hostelería se está viendo seriamente afectada y limita el crecimiento del sector servicios.

De este modo, el ritmo de caída del PIB en Euskadi en los últimos trimestres se está acercando a la media europea -5,9% frente a 5,7%-, lo que refleja la capacidad de recuperación de la economía vasca.

En relación a la evolución del Estado, el director de Estudios de CaixaBank, Oriol Aspachs, indicó que la entidad prevé una caída del PIB del 11,4% al cierre de este ejercicio, seguida de “un notable rebote en 2021” con un crecimiento previsto del 6%. En su análisis, Aspachs hico hincapié en el sector turístico, sin duda el más afectado por la pandemia, que cerrará este año con una caída del 75% y empezará a experimentar una recuperación progresiva en 2021, que “será más notable a partir del segundo trimestre”.

En cuanto al contexto internacional, el analista de CaixaBank destacó la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Así, subrayó que se trata de una “buena noticia” por los estímulos internos que ha anunciado el próximo inquilino de la Casa Blanca y por los cambios que se esperan en el ámbito de la política internacional. Las tensiones comerciales con China por el liderazgo mundial en tecnología continuarán, pero las formas serán diferentes y habrá más margen de entendimiento con la Unión Europea.

-10%

Desplome sin precedentes. La economía vasca caerá en torno a un 10% este año, según las previsiones que hizo públicas ayer Laboral Kutxa, que también estima que el PIB crecerá en 2021 menos del 7% que había calculado.

“El escenario es incierto, pero disminuyen las infecciones en Euskadi y se supera la segunda ola”

Director de Estudios de Laboral Kutxa

“Si se gestiona bien, el fondo de reactivación de Europa supondrá un impulso para España”

Director de Estudios de Caixabank