- La apuesta del Grupo Mondragon por el emprendimiento como vía para ganar en competitividad y para situarse en posiciones avanzadas en mercados estratégicos ha dado un paso más al incorporar a su estrategia a las startups como un agente de interés para su desarrollo futuro. La decisión de entrar en estos proyectos se adoptó hace tres años, y ahora comienza a materializarse con inversiones en los primeros negocios.

Las primeras startups que captaron la atención del Grupo Mondragon fueron Witrac y Sabbatic el año pasado, y este 2020 la pandemia de coronavirus no ha impedido que se mantenga esta apuesta como lo demuestra su participación en otras tres, BCN3D, Oroi y HWS Concrete Towers, a la que se añade una sexta cuyo nombre se dará a conocer una vez formalizados los trámites. “Nuestro objetivo es generar negocios con futuro e incorporar savia nueva para posicionar a nuestras cooperativas en el mañana”, explica el director del Centro de Promoción de Mondragon, Joseba Sagastigordia.

El origen de esta estrategia se encuentra en la tradición de la corporación cooperativa de incentivar el intraemprendimiento entre sus empresas socias e identificar proyectos que pueden tener vida independiente, en ocasiones incluso sin relación con la actividad de la que partían. Esta actitud hizo ver que en el mundo económico ajeno al cooperativo se generan a gran velocidad proyectos empresariales “en fases tempranas pero algo más avanzadas que los que teníamos dentro”, señala Sagastigordia.

Ante esta constatación, el Centro de Promoción Empresarial del grupo cooperativo creó un fondo de capital riesgo corporativo cofinanciado por Fondico con una dotación inicial de 15 millones de euros para invertir en startups, de los que hasta el momento se han invertido 2,5 millones en seis nuevos proyectos. “Esperamos cerrar el año con diez startups porque en la actualidad analizamos otros cuatro”, indica el director del centro.

La dinámica tiene una especificidad que diferencia este fondo de capital riesgo del resto del mercado como es que en la inversión se implica una cooperativa, que también asume ese riesgo. En las habituales rondas de financiación que organizan las startups, el fondo de Mondragon participa siempre que una firma socia tenga interés en ese proyecto. La inversión media suele rondar los 500.000 euros, “aunque podría llegar a uno o dos millones”, con el objetivo de entrar a formar parte del accionariado, “siempre de forma minoritaria”.

Sagastigordia explica que otra de las características que diferencia a este fondo es que los inversores cooperativistas tienen una permanencia de largo plazo, entre cinco y diez años, lo que refleja su implicación con el proyecto. “El ánimo de la cooperativa es coger el testigo de un proyecto que no esté en fase 0 pero tampoco muy desarrollado” y apoyarle en su desarrollo.

Una vez consolidado, “todo está por construir” porque las posibilidades son muy variadas, desde que se incorpore como una línea de negocio a la cooperativa hasta que la startup se incorpore a Mondragon como socia independiente, entre otras opciones.

Los requisitos que deben cumplir las startups para ser candidatas de la inversión de Mondragon también son variados. El director del Centro de Promoción Empresarial cita que actúe en un mercado de interés actual o potencial para la cooperativa implicada, que proponga un desarrollo tecnológico avanzado o disruptivo o que tenga esté gestionado por un equipo humano dinámico y con alta formación.

También valoran su compromiso social y su capacidad de generar riqueza en el territorio, y de ahí que tengan preferencia los proyectos radicados en la CAV y Navarra o aquellos que tengan una oferta que generará un impacto positivo en Euskal Herria. Sagastigordia añade que otro motivo consiste en entrar en el consejo de una startup joven en la que también participan inversores que interesan a la cooperativa.

Respecto al tipo de actividad, el grupo cooperativo, de gran tradición fabril, apuesta por soluciones de hardware y en propuestas del ámbito de los procesos y productos. Las nuevas tecnologías y su impacto en la industria es el criterio que emplea el Fondo de Promoción Empresarial, que otorga una atención especial a tecnologías como la ciberseguridad, la IoT, el blockchain o la inteligencia artificial.

La startup, además de la inyección de capital para financiar su proyecto, tiene como beneficio acceder a la multitud de recursos que le ofrece un grupo como Mondragon, que une la actividad manufacturera con la investigadora con sus centros tecnológicos y la formativa con Mondragon Unibertsitatea. Sagastigordia incide en la vía financiera, la distribuidora y el retail.

Según las previsiones que maneja el Centro de Promoción de Empresas, en los próximos cinco años su participación llegará a los 30 nuevos proyectos empresariales.

Witrac. La firma valenciana implanta soluciones integrales de localización y medición en los procesos industriales mejorando su eficiencia, seguridad y competitividad. Estos mecanismos de trazabilidad están centrados en la industria 4.0 y en sectores tan estratégicos como la automoción.

Sabbatic. La empresa donostiarra diseña software para la digitalización y la gestión automáticas de los gastos de empresa y elimina la necesidad de utilizar facturas y comprobantes en papel.

BCN3D. Con sede en Barcelona, esta compañía se ha convertido en un líder mundial en soluciones de impresión 3D que se emplean tanto en la industria manufacturera y de ingeniería como en educación, salud o investigación entre otros campos. El objetivo de la colaboración es avanzar en nuevas aplicaciones de su tecnología Fused Filament Fabrication.

HWS Concrete Towers. La firma donostiarra está especializada en desarrollar soluciones innovadoras en el sector de la energía eólica y entre sus productos destacan una grúa auto-trepante, un sistema patentado de secciones de torres de hormigón y una técnica ligera y modular de cimentación de aerogeneradores.

Oroi. La startup guipuzcoana ofrece una plataforma con experiencias de realidad virtual destinada a despertar las emociones de las personas mayores y a trabajar sus capacidades.

Integrantes. El socio industrial es el Grupo Mondragon cofinanciado por Fondico y es gestionado por la sociedad de capital riesgo Clave Capital. De forma minoritaria participan el Gobierno Vasco, la Diputación de Gipuzkoa y el Gobierno de Navarra.

Dotación inicial. 15 millones de euros ampliables.

Inversión media. El fondo tiene una participación minoritaria e invierte una media de 500.000 euros, aunque en ocasiones la cifra ha alcanzado uno y dos millones de euros.

Permanencia. El objetivo es una presencia limitada a cuatro o cinco años.

Especificidad. La diferencia con otros fondos de inversión es que el Fondo de Promoción acude a la ronda de inversión con una cooperativa que también se implica en la operación.

Objetivo. Llegar a estar presentes en 30 startups en el plazo de cinco años.

“El objetivo es crear negocios con futuro para posicionar a las cooperativas”

“Todos los proyectos seleccionados tienen un impacto en un nicho de mercados”

Director del Centro de Promoción