- La Diputación se encuentra en una “situación financiera solvente” para afrontar los retos que se ha marcado en su estrategia para hacer frente a los efectos de la crisis generada por la pandemia de coronavirus y que identifica con reforzar las políticas sociales y contribuir a la recuperación de la actividad económica, según confirmó ayer la portavoz foral, Eider Mendoza.

Uno de los argumentos que empleó para justificar esta afirmación se encuentra en los datos de recaudación, que son menos malos de lo previsto inicialmente tal y como se refleja en los resultados obtenidos hasta septiembre que se hicieron públicos ayer. Las arcas forales han obtenido en los nueve primeros meses del año 2.713,8 millones de euros, lo que significa reducir en 367 millones lo recaudado en el mismo periodo del año anterior.

Esta caída del 11,9% está lejana de las estimaciones sobre las consecuencias de la crisis del COVID-19 en la recaudación, que en un inicio se fijaron en un 20% aunque ya en la reunión del Consejo Vasco de Finanzas de la semana pasada se corrigieron a la baja. Los datos presentados ayer por Eider Mendoza confirman esta evolución, aunque también advirtió de que, si bien de menor cuantía, se trata de “bajadas muy notables”.

La prudencia en la gestión que exige esta complicada coyuntura será una constante en la estrategia de la entidad foral guipuzcoana que, no obstante, y gracias a estos datos de recaudación “y al acuerdo alcanzado en la Comisión Mixta del Concierto Económico”, disfruta de una base solvente para hacer frente a sus compromisos, tal y como afirmó su portavoz.

Eider Mendoza explicó que en el caso del IRPF los ingresos se han incrementado un 3,4% motivado, en gran medida, por medidas como los ERTE que mantienen el mercado laboral. En el caso del Impuesto de Sociedades, en cambio, se ha recaudado 149 millones menos, la mitad, que la portavoz atribuyó a cambios en el calendario que se corregirán a finales del año. Por su parte, por el IVA la Hacienda foral guipuzcoana obtuvo un 14,7% menos.