- La cuarta prórroga de los expedientes de regulación de temporal de empleo (ERTE) por COVID se aprobará hoy in extremis con o sin acuerdo, horas antes del consejo de ministros en el que será ratificada. El mecanismo que ha impedido una escalada sin precedentes del paro desde la declaración de confinamiento a mediados de marzo tiene una nueva fecha de caducidad, el 31 de enero. Un plazo que no es casual. Las negociaciones han sido más complejas en cada una de la prórrogas y el Ejecutivo español quería evitar a toda costa estar en medio de una nueva renovación a las puertas de la Navidad.

Con las conversaciones convertidas en la contrarreloj que el Gobierno de Pedro Sánchez quería evitar, las partes apuraron ayer al límite los plazos ya que las condiciones pactadas en la anterior pórroga vencían mañana, 30 de septiembre.

No fue posible alcanzar un acuerdo en el último día de diálogo a pesar de que el Ministerio de Trabajo mejoró su propuesta de exoneración de las cotizaciones a la Seguridad Social -una de las grandes aristas del diálogo- en un intento final de enganchar a los empresarios al acuerdo virtual del Ejecutivo con Comisiones Obreras y UGT.

La pelota está ahora en el tejado de la CEOE, que reunirá hoy a su cúpula para valorar la última oferta. Sea cual sea la decisión de la patronal, el Ministerio dará luz verde a la prórroga con el más que previsible apoyo de los sindicatos, que ya el viernes pasado, tras frustrarse el que en teoría era el último intento de acuerdo, ya mostraron su disposición a respaldar los avances logrados hasta entonces.

UGT y CCOO también buscarán hoy el apoyo de sus ejecutivas a la prórroga de los ERTE, que se ha convertido en el salvavidas de millones de puestos de trabajo desde el estallido de la crisis sanitaria.

Desde hace semanas, el principal obstáculo es la patronal, la CEOE, que ha colocado líneas rojas en dos aspectos clave: excluir de la ampliación de los ERTE a las empresas de los sectores que no están directamente afectados por el impacto de la pandemia y premiar con reducciones en las cotizaciones sociales a las empresas cuando sus empleados vuelven al puesto de trabajo. Con la primera medida, el Gobierno español busca reducir el impacto en las arcas públicas de los ERTE y con la segunda pretende favorecer la reactivación de la economía.

Sin embargo, limitar los sectores supone para los empresarios discriminar a gran parte del tejido productivo, que en su conjunto, directa o indirectamente, está sufriendo un desplome de facturación sin precedentes. Respecto a las exoneraciones de cuotas a la Seguridad Social, la CEOE compartía visión con los sindicatos y estimaba que suponían un castigo para las empresas que no pueden todavía recuperar un mínimo de actividad para rescatar a sus plantillas del ERTE. La última jornada de negociación fue todavía más larga que la anterior, la del viernes. El encuentro se inició a las 11.00 horas (una hora antes que el viernes) y concluyó con el mismo resultado media hora más tarde, a las 20.30 horas.

El Ejecutivo de coalición de PSOE y Podemos no ha cruzado la frontera que había marcado la patronal española para llegar a un acuerdo y, salvo sorpresa, la prórroga se materializará sin el respaldo de los empresarios. Así lo dejaron entrever ayer fuentes de la patronal, que aseguraron tras finalizar la reunión de ayer que “no se puede hablar de acuerdo”. Refrendaban de este modo las declaraciones de su presidente, Antonio Garamendi, que por la mañana, poco después de iniciarse la reunión, afirmó que a su organización le estaban “poniendo bastante complicado” apoyar el acuerdo.

En cambio, el secretario general de UGT, Pepe Alvarez, señaló que su organización respaldará el texto para la prórroga de los ERTE y animó a la CEOE a hacer lo mismo. CCOO reconoció que se habían producido “avances sustanciales” y votará hoy.

A la espera de conocer los datos de septiembre, un mes en el que habrá continuado previsiblemente el proceso de salida de trabajadores de regulaciones de empleo, algo más de 750.000 trabajadores estaban pendientes en el conjunto del Estado de la prórroga del mecanismo para tener la opción de renovar su ERTE y no enfrentarse en muchos casos a un despido colectivo. En cuanto a Euskadi, un total de 30.045 vascos estaban en regulación temporal de empleo el 31 de agosto y la mayoría habrá seguido con atención el diálogo entre agentes sociales y Ejecutivo central.

30.045

Según los datos de agosto, los últimos publicados, algo más de 30.000 trabajadores vascos se encuentran en regulación temporal de empleo. Junto con los que entren en ERTE a partir de ahora, son el colectivo que estaba pendiente de la prórroga.

Evolución en la pandemia. Desde la declaración del estado de alerta a mediados de marzo, un total de 188.511 personas ha estado en ERTE en Euskadi. De ellos, casi el 80% se ha reincorporado ya a su puesto. Solo 8.584, el 5,7%, ha perdido su empleo.