- La esperada recuperación económica en forma de V, es decir, un rápido ascenso del PIB en 2021 tras el desplome de este año por el coronavirus, podría ser una realidad en la CAV. Ayer el Gobierno Vasco hizo públicas sus previsiones a corto y medio plazo y lo más significativo es que, aunque la economía caerá algo más de lo anticipado en el último informe, la recuperación también será “más intensa” el próximo ejercicio. El empleo presentará una mejoría mucho más lenta, aunque el paso atrás previsto es ahora mucho más corto que antes del verano. En 2020 se irán al paro 30.000 vascos, lo que elevará la cota de desempleo al 11,2%, muy por debajo del cálculo realizado por el Gobierno en junio que llevaba la tasa hasta el umbral del 14%.

Hay que resaltar eso sí que, tal y como matizó ayer el consejero Pedro Azpiazu, todos estos cálculos se basan en el supuesto de que esta segunda oleada de contagios, más o menos controlada según Lakua, no desemboque en un nuevo confinamiento. “Con todo, la normalidad no será completa porque aún hay actividades que tienen que mantener medidas que limitan su potencial”, destacó el titular de Economía y Hacienda. Unas limitaciones que han impactado de lleno en la evolución del PIB este año, en el que se espera un retroceso sin precedentes que según la última actualización del cuadro se iría ya hasta el 10,1%.

La cifra empeora en más de un punto la caída prevista antes del verano, que a su vez ya dejaba desactualizado el cálculo realizado por Lakua nada más estallar la pandemia. Los efectos del COVID-19 en la actividad económica han sido demoledores sobre todo en la segunda mitad de marzo y en el tramo abril-junio, un trimestre en el que el PIB de la CAV se desplomó un 20%. La recuperación progresiva de ciertos sectores en el verano y, si la situación no se complica, en estos próximos meses, va a acotar el daño al cierre de año, aunque aun así habrá datos para echarse a temblar.

El consumo de los hogares va a bajar casi el 11% este año, lo que además de lastrar el cuadro macroeconómico supone un dato preocupante desde el punto de vista social. El hecho de que las familias se aprieten el cinturón tiene mucho que ver con el abultado número de ajustes salariales y despidos previstos.

Por sectores la industria lidera los descensos mientras que construcción y servicios caen de forma algo más suave. En estos últimos sufren más los ámbitos privados mientras que la rama terciaria ligada a la administración permite restar algo de gravedad a la situación.

La parte positiva es que el rebote ya el año que viene será mayor de lo previsto. El propio Gobierno explica que la recuperación se debe principalmente a la comparación del año 2021, en principio de regreso a la normalidad, con un 2020 “atípico”. Esa recuperación en forma de V se concretaría en un aumento del PIB del 8,9%, más de dos puntos por encima del cálculo anterior al verano y que permitiría volver a la situación de las navidades de 2018-2019.

El crecimiento del empleo será más corto en relación al PIB, ya que se esperan 15.100 nuevos puestos de trabajo frente a los 30.000 que se perderán este año.

-10,1

El PIB vasco caerá algo más del 10% este año a causa del coronavirus. Aunque esta última previsión es algo peor que la de junio, también la recuperación del año que viene será más intensa, en concreto del 8,9%, lo que supone más de dos puntos por encima de la última previsión del Gobierno Vasco. El paro crecerá hasta el 11,2% este año para bajar el próximo 2021 hasta el 10,7%.