- El sindicato LAB, mayoritario en el comité de empresa del Puerto de Pasaia, denunció ayer el “vacío de poder” en el que se encuentra la dársena guipuzcoana tras el cese del presidente, la dimisión del director general y la falta de responsables en las principales jefaturas y exigió a las instituciones competentes que presenten un plan de revitalización que refleje con nitidez la apuesta por esta infraestructura.

LAB recordó la reflexión que hizo el expresidente del puerto guipuzcoano, Félix Garciandia, en una entrevista concedida a este periódico en la que se preguntó “¿a quién le importa realmente el Puerto de Pasaia?”. A juicio del sindicato, esta cuestión es la clave por lo que calificó de “extremadamente preocupante” el “silencio institucional” que ha rodeado a esta pregunta.

Exigió una respuesta contundente a una situación problemática que, según afirmó, no solo afecta a los más de 1.500 trabajadores del Puerto de Pasaia, sino que tiene unos efectos más globales al ser esta infraestructura “un pulmón económico para toda la comarca”. Sin embargo, lamentó que el compromiso de agentes políticos y empresariales a los que se ha dirigido “ha brillado por su ausencia”.

Todo ello genera una situación de “incertidumbre” y un “ambiente poco estimulante” para que los operadores logísticos inviertan en la dársena guipuzcoana, lo que la sitúa en una posición comprometida.

Por este motivo, se dirigió a “las instituciones y organismos competentes” para que reaccionen y planteen un proyecto de futuro para el Puerto de Pasaia que sea “realista, sostenible e integrado en un entorno al que no se le puede dar la espalda”. Uno de los aspectos en los que creen que se debería incidir también es en su transformación y adaptación a una nueva realidad en la que la caída del tráfico de mercancías es una constante.

LAB realizó una serie de propuestas entre las que destaca el nombramiento de un nuevo presidente que tenga un perfil “técnico y emprendedor” como, según señaló, el de Félix Garciandia, que fue cesado a finales de verano. Pero añadió un matiz como es el de que sepa generar consensos y evitar así el ambiente de confrontación que se vivió durante la presidencia de Garciandia.

También dio por válido el plan de revitalización del Puerto de Pasaia elaborado en el periodo del ya expresidente, que consideró una “base” para un proyecto que, en su opinión, debe “afianzar la importancia estratégica” de esta infraestructura para el sector comercial y pesquero, armonizar los recursos de la industria con los puertos de Bilbao y Baiona e integrarse en el entorno “para poner las bases de un futuro Sistema Portuario Público Vasco”.