- Los fríos números estadísticos están poniendo negro sobre blanco la dureza con que la crisis derivada de la pandemia de coronavirus afecta a los ciudadanos y al empleo. Los datos de la Encuesta de Población Activa publicada ayer por el INE muestran que en el segundo trimestre de este año se han destruido 43.200 empleos en el conjunto de los territorios vascos de Álava, Bizkaia, Gipuzkoa y Navarra, y nada menos que 1,1 millones en el conjunto del Estado español, una cifra sin precedentes históricos.

Estos datos dejan la tasa de paro en Gipuzkoa en el 7,23% que, si bien es menor que la media de la CAV del 9,3%, ha ascendido unas décimas con respecto al trimestre anterior. El territorio tiene a 302.100 personas ocupadas y 27.000 parados.

Aunque el mantenimiento de los Expedientes de Regulación de Empleo temporales (ERTE) ayuda a amortiguar el impacto de la caída de la actividad en el mercado laboral, no hay que olvidar que compañías vascas que han anunciado ajustes laborales ya están con buena parte de su personal en ERTE.

El efecto de la paralización económica durante el confinamiento del segundo trimestre ha hecho que el paro haya aumentado en 5.400 personas respecto al primer trimestre en Hegoalde, lo que eleva a 120.800 el número total de personas desempleadas en la CAV y Navarra.

Un aumento del desempleo que supone un 4,7% más que el trimestre anterior y que se trata del peor segundo trimestre desde 2012. El número de personas inactivas ha aumentado en 39.000 en el último trimestre, lo que significa que no todas las personas que perdieron el trabajo en el periodo abril-mayo-junio son consideradas paradas.

En cualquier caso, si el paro no se ha disparado, entre otras cosas por la vigencia de los ERTE, en lo referido a la ocupación, en el segundo trimestre se han destruido en tierras vascas nada menos 43.200 empleos en comparación con el trimestre anterior. Esta cifra supone la mayor caída de las últimas décadas, y para hacerse una idea de la gravedad de la situación, ni siquiera durante la crisis del 2008, hasta ahora la mayor de los últimos 50 años, se habían destruido tanta cantidad de puestos de trabajo en Euskal Herria.

En términos interanuales, el paro ha aumentado entre Álava, Bizkaia, Gipuzkoa y Navarra en 67.800 personas respecto al segundo trimestre de 2019, lo que supone un incremento del 6,5%, mientras que el número de personas ocupadas ha disminuido en 67.800. Y si los datos de la evolución del mercado laboral vasco son malos, qué decir de las cifras de España.

La pandemia del COVID-19, con el cierre de establecimientos turísticos y comerciales, fábricas de productos no esenciales y limitaciones en la movilidad, ha ocasionado la destrucción de casi 1,1 millones de empleos en el Estado español. En concreto, 1.074.000 puestos de trabajo han desaparecido en el segundo trimestre, la peor cifra de la serie histórica española, sin olvidar la existencia del paraguas de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) al que han llegado a estar acogidos hasta unos 3,4 millones de trabajadores.

Según el INE, el grueso de esta destrucción de empleo está en el sector privado con 816.900 ocupados menos y en el empleo temporal, con 671.900 empleos temporales destruidos en el trimestre, tres de cada cuatro.