- Euskadi se encuentra ya oficialmente en recesión tras registrar en el segundo trimestre de este año un hundimiento de su Producto Interior Bruto (PIB) mucho más profundo de lo que se esperaba y que se suma al 3,2% de caída del periodo enero-marzo. En este contexto, que incluye una reducción de los ingresos fiscales del 18% por la menor actividad económica, Euskadi tendrá que endeudarse para poder hacer frente a “una situación excepcional”, señaló el consejero Pedro Azpiazu

Ante tal panorama, Azpiazu no dudó en afirmar que “a una situación excepcional le debe corresponder una respuesta excepcional”. En este sentido, el consejero valoró que a diferencia de en la “gran recesión” anterior de 2008, en esta ocasión las instituciones europeas “van a estar a la altura del desafío” tras haber aprobado un plan de reconstrucción dotado con 750.000 millones de euros. Asimismo destacó los “instrumentos de estabilización” puestos en marcha por el Gobierno español, fundamentalmente a través de los ERTE, y las diversas medidas adoptadas por el Ejecutivo vasco y las diputaciones forales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa dirigidas a la “protección de las personas y a la provisión de liquidez de las empresas”.

No obstante y como será preciso endeudarse, Azpiazu reclamó como algo “urgente y necesario convocar la Comisión Mixta de Concierto Económico lo antes posible” a fin de acordar con el Estado español el nivel de déficit público vasco posible para este 2020.

Como se recordará, se está manejando la cifra de déficit del 3,5% del PIB de la Comunidad Autónoma Vasca para cubrir una caída de los ingresos fiscales estimada en un 18%, con un impacto en las aportaciones de las diputaciones forales al Gobierno Vasco de unos 2.000 millones de euros.

Pero como siempre, tras los datos macro está la afección en el empleo. El viceconsejero Alberdi recordó que los resultados del mercado laboral también van a ser “más negativos” y señaló que la previsión inicial era una caída del 7%, una pérdida de 43.300 empleos. Pero la evolución del paro registrado arroja en el semestre un aumento de 30.000 personas y haciendo “una hipótesis” sobre el comportamiento de los ERTE se podría hablar de que el nivel de paro podría aumentar “en otras 30.000 personas adicionales”.