esulta verdaderamente inquietante y un reflejo muy preocupante de la situación política que se vive en Madrid que la referencia más llamativa de la comparecencia del presidente de Corporación Mondragon, Iñigo Ucin, en la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica, que el Congreso ha puesto en marcha para tratar de responder a la depresión originada por la epidemia del COVID-19, haya sido el rifirrafe que mantuvo con la diputada de Vox, Macarena Olona, a cuenta de una supuesta devolución de favores con el Gobierno en relación a la producción de mascarillas por cooperativas del grupo para paliar la escasez de este producto en el mercado español y eliminar su dependencia de China.

La brillante respuesta de Ucin a la diputada de extrema derecha -que en su arrogancia y desfachatez le llegó a interrumpir hasta en cuatro ocasiones-, resumió de una manera clara lo que el modelo cooperativo puede aportar como respuesta a la actual crisis económica, -al igual que lo ha hecho en el pasado-, como son la intercooperación entre las distintas cooperativas, que se desarrolla tanto en situaciones de bonanza, como a la hora de resolver situaciones difíciles, así como su gran capacidad de resiliencia y de saber adaptarse a las crisis mucho mejor que las empresas de capital. La prueba es que para afrontar la dura situación que vivimos, los cooperativistas han decidido reducirse sus salarios, renunciar a las pagas extraordinarias y reinvertir en las empresas los beneficios obtenidos en el último ejercicio.

El hecho de que en muy poco tiempo una cooperativa como Mondragon Assembly diseñara y fabricara en su planta de China unas máquinas para el montaje de tres líneas de producción de mascarillas para otra empresa del grupo como Bexen Medical, que se han ubicado de manera provisional en las instalaciones de Cikautxo, en Bizkaia, hasta que no se adapte su fábrica de Hernani a la nueva actividad, es el mejor ejemplo de la intercooperación que existe en el seno de las compañías del Grupo Mondragon y de la versatilidad, agilidad y eficacia de respuesta a una situación muy compleja.

Sobre todo, cuando la fabricación de mascarillas no ha figurado nunca entre los negocios del grupo cooperativo, debido a que es un producto con unos márgenes muy escasos que no hacen rentable su producción. Ahora, las mascarillas se han convertido en un elemento estratégico y clave en la lucha contra la epidemia con lo que después de la experiencia, otra cooperativa, Onnera Group, va a instalar cuatro líneas de producción en su planta de Lucena (Córdoba) para suministrar este producto a administraciones públicas y empresas del Estado.

Con todos los fallecidos que está provocando el virus, el alto número de contagiados existente, el drama de familias que no han podido despedir a sus allegados, la dura crisis económica a la que nos enfrentamos que nos va a traer más pobreza y más paro, resulta insultante que una diputada del Congreso en vez de interpelar al compareciente sobre cómo responder a la dramática situación económica, utilice su presencia en términos políticos para mostrar su odio a todo lo vasco.

Resulta patético que la diputada ultra Macarena Olona sacase a colación un asunto como la quiebra de Fagor Electrodomésticos, que tuvo lugar hace ya siete años, para poner en duda el valor del cooperativismo y al mismo tiempo sembrar las dudas sobre su comportamiento con el asunto de las mascarillas, relacionándolo con el concurso de acreedores de la cooperativa en la que ella estuvo relacionada por su condición de abogada del Estado.

Desgraciadamente, Macarena Olona es una persona bien conocida en Euskadi, donde como jefa de los Abogados del Estado formó un tándem con el exdelegado del Gobierno, Carlos Urquijo, donde presentó alrededor de un millar de denuncias contra instituciones por el uso del euskera, la obligatoriedad de colocar la bandera española y recursos contra leyes vascas etc.

Sin embargo, esta brillante trayectoria se truncó cuando el juzgado Número 2 de Donostia sobreseyó en 2018 su denuncia ante la Fiscalía de un supuesto desvío de cinco millones de euros en la construcción de la lonja de Pasaia que, en su afán de emular al personaje del zorro justiciero, trataba de inducir una presunta corrupción del PNV a través del entonces presidente de la Autoridad Portuaria, Ricardo Peña.

Olona se empeñó en esta "cruzada" a pesar de contar con la oposición de todo el consejo de administración de la APP de la que formaba parte como abogada del Estado. La diputada ultra no solo contó con el apoyo del representante de la delegación del Gobierno, sino también del representante de los trabajadores y miembro del sindicato LAB.

Una circunstancia que la diputada ultra no lo ha llegado a explicar todavía, así como tampoco los perjuicios económicos que su actuación ha tenido para los contribuyentes por la paralización de las obras de la lonja durante tres años más los costes derivados de la realización de auditorías, peritajes, utilización de recursos no previstos, etc. originados por el proceso judicial que se hubieran evitado si su actuación hubiera sido más diligente.

Este es el mejor ejemplo de la inoperancia en la que puede caer la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica del Congreso, puesto que se trata de un escenario que es utilizado por algunos grupos parlamentarios como trampolín político, en vez de poner las bases para afrontar la recuperación económica. El hecho de que solo cinco de sus 43 miembros sean economistas nos puede dar una idea de cuál puede ser el resultado. La prueba es que la CEOE ha organizado una cumbre empresarial para presionar al Gobierno para que el sector privado también sea consultado y pueda dar su opinión.

Ucin aprovechó su presencia en el Congreso para dejar una pregunta encima de la mesa al referirse al fuerte impacto que en el empleo del sector privado está teniendo la crisis, mientras que el personal que trabaja en la Administración pública no está viendo afectadas en la misma medida sus condiciones laborales. "¿Es justo que carguemos los efectos de la crisis en una parte de la población que, por otro lado, es parte vital de los mecanismos de generación de riqueza?". No hubo respuesta.

Con la fabricación de mascarillas, las cooperativas del Grupo Mondragon han demostrado versatilidad, agilidad y eficacia en la respuesta