- La patronal guipuzcoana Adegi estimó ayer que el PIB del territorio podría caer entre el 7% y el 10% este año y se perderán 12.000 empleos como consecuencia del deterioro de la actividad económica provocado por la crisis sanitaria del coronavirus, en una evolución negativa que consideró que requiere "activar el motor del gasto público a todo gas" para detenerla.

Adegi celebró ayer su asamblea anual, por primera vez de forma telemática, a cuyo término compareció ante los medios para ofrecer los resultados de su encuesta empresarial cuatrimestral, su visión sobre la situación económica actual y sus previsiones del ejercicio, este último aspecto comunicado con todas las cautelas ante la incertidumbre que reina hoy en la clase empresarial.

El director general de la patronal guipuzcoana, José Miguel Ayerza, cifró entre siete y diez puntos porcentuales la caída del PIB en el territorio, con unas consecuencias nefastas en el ámbito laboral, puesto que si bien a inicios del año Adegi estimaba una creación de empleo de entre 4.000 y 4.500 puestos, la previsión ha dado la vuelta y apunta a la destrucción de 12.000 trabajos, de los que la mitad se concentraría en comercio y hostelería.

La urgente necesidad de implantar medidas para la reactivación en una situación "insólita" fue lanzada por el presidente de Adegi, Eduardo Junkera, quien advirtió de que "tres de los cuatro motores que sostienen nuestra actividad económica y empresarial se han gripado", en referencia al consumo, la inversión y el sector exterior.

Esta situación conduce, en opinión de Junkera, a una "espiral negativa" de menor empleo, inversión y consumo, lo que deriva en una caída de la recaudación que provoca el descenso del PIB "y vuelta a empezar". De ahí que urgiera a la adopción de medidas de impacto para detenerla y, a este respecto, subrayó que "la iniciativa privada sola no puede".

El presidente de Adegi abogó por "activar la inversión, el gasto y la demanda pública en una dimensión que esté a la altura del tsunami que hemos vivido" y como vía para realizarlo propuso "endeudarnos lo que sea necesario, como nunca en la historia", con el objetivo final de "salvar empresas y empleo" para garantizar el estado del bienestar.

Este dinero público debería dirigirse, en opinión de la patronal guipuzcoana, a propiciar el alargamiento de los ERTE de fuerza mayor, a establecer un mayor número de líneas de liquidez, a fomentar planes renove y de reactivación en sectores como la automoción, la aeronáutica y el turismo, a aplicar incentivos fiscales y a impulsar la obra pública, entre otras medidas.

La necesidad de una respuesta rápida viene argumentada en las respuestas que han dado los empresarios a la encuesta que cada cuatrimestre realiza Adegi, y que en esta ocasión se han situado "en el podio de los peores datos de la serie histórica", según avisó Junkera.

Respecto a la facturación de las empresas, el 74,5% de ellas admite una reducción en los primeros cuatro meses del año con respecto al mismo periodo del año anterior, con una caída media del 21%. Como dato a destacar, en el mes de abril el descenso medio se situó en el 41%.

De cara al corto y medio plazo las previsiones no mejoran dado que casi ocho de cada diez negocios encuestados califican su cartera de pedidos de "débil", un 42,5% más de quienes lo hacían a principios del mes de enero. Según aseguró Adegi, esta proporción solo se vio superada en abril de 2010, cuando la anterior crisis económica se encontraba en plenitud. El adelgazamiento medio de estas carteras alcanza el 25,5%.

En estas circunstancias, el porcentaje de empresas que prevé aumentar o mantener su plantilla es del 66% como media, aunque en industria la cantidad es algo mayor, mientras que en otros sectores más atacados por la crisis como el comercio y la hostelería no llega al 50%.

Queda un importante 34,5% de negocios que afirma que se verá obligado a destruir empleo. Para encontrar porcentajes superiores hay que retrotraerse de nuevo a los inicios de la anterior crisis financiera, en 2008 y 2009.

No obstante, Adegi atisba algún motivo de esperanza, puesto que si el 74% de las empresas cree que en la actualidad vivimos una recesión, esta proporción baja al 66,5% cuando se les pregunta si se mantendrá en los próximos meses. Junkera redundó en esta idea al afirmar que "en la noche oscura en la que estamos vemos estrellas en el firmamento que comienzan a iluminar el camino, aunque sea de manera tenue".

Entre estos signos citó el inicio de la recuperación internacional con tímidas mejorías en Europa, China, Estados Unidos, Canadá y Japón, según el indicador adelantado de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos OCDE, que ha experimentado un repunte.

"Quiero terminar mi intervención con un mensaje de esperanza", señaló, para afirmar que "la crisis sanitaria y la necesidad de controlarla provocó la crisis económica. Los últimos datos indican que la crisis sanitaria la estamos superando y ello ha dado ocasión para comenzar una desescalada que preveíamos larga, pero puede acelerarse".

65%

de los empresarios preguntados por Adegi considera que el plazo de recuperación económica será inferior a un año.

10,8

es la tasa de desempleo que calcula Adegi alcanzar en 2020 frente al 7,3% del año anterior.

Respuestas de los encuestados