La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó este miércoles que el fondo de recuperación para relanzar la economía tras la pandemia pondrá en foco en los países que más necesiten la ayuda y confirmó que parte de la misma llegará en forma de subvenciones.

En una comparecencia ante el pleno del Parlamento Europeo, Von der Leyen presentó las tres líneas maestras del plan de recuperación en el que trabaja el Ejecutivo comunitario y que contendrá una propuesta para el futuro presupuesto de la Unión Europea a largo plazo (2021-2027) y una para la creación de un fondo de recuperación para paliar los efectos de la pandemia.

La política alemana no avanzó, sin embargo, cuándo hará pública su propuesta, que en principio había anunciado para la segunda o tercera semana de mayo, y tampoco dio cifras.

La presidenta de la Comisión recalcó que el pilar más potente del nuevo paquete será el que apoye la recuperación y las reparaciones en los Estados miembros y espera que les ayude "a salir más fuertes de esta crisis".

La mayor parte del dinero irá a este pilar a través de un nuevo instrumento de "recuperación y resiliencia" que financie "inversiones públicas clave y reformas" en los Estados miembros, siempre "alineadas" con las políticas europeas en ámbitos como la digitalización o el cambio climático.

"Estará disponible para todos los Estados miembros, estén o no en la zona euro, y se enfocará a las partes de la UE que se han visto más afectadas y donde las necesidades de resiliencia son mayores", subrayó la presidenta de la Comisión.

Este primer pilar incluirá también una propuesta para añadir fondos a la partida de cohesión que se distribuirían en función de la gravedad del impacto socioeconómico de la crisis causada por la pandemia.

El segundo pilar del plan buscará volver a movilizar la inversión privada, ya que, explicó Von der Leyen, la crisis "solo ha hecho aún más grande la necesidad de inversiones privadas".

En este sentido, la Comisión propondrá crear un nuevo instrumento de inversiones estratégicas para apoyar la movilización de capital hacia industrias clave para la resiliencia de la economía europea y su autonomía estratégica, entre los que citó al sector farmacéutico.

Bruselas también presentará una iniciativa para crear un "instrumento de solvencia" que ayude a cumplir con las necesidades de recapitalización de empresas sanas que se han visto en peligro como resultado del confinamiento en cualquier país de Europa.

El último pilar, explicó la alemana, permitirá "aprender las lecciones más inmediatas de la crisis" y dirigirá financiación a los "programas que han demostrado su valor durante la crisis sanitaria", como los de investigación científica o de apoyo a países vecinos y cooperación internacional. También financiará un nuevo "programa de salud europeo", del que no dio más detalles.

En su conjunto, resumió la presidenta de la CE, el instrumento "estará dirigido a donde estén las mayores necesidades y el mayor potencial", será "a corto plazo" y se centrará en los primeros años de la recuperación.

Precisó asimismo que el fondo incluirá "transferencias" como método para efectuar el desembolso de las partidas a los Estados miembros, un método que se combinaría con préstamos, según ha anticipado ya en anteriores comparecencias.

También avanzó que será posible efectuar el pago de parte de las inversiones durante el año en curso -en lugar de esperar al inicio del nuevo presupuesto comunitario en 2021- a través de modelos de financiación basados en garantías nacionales.