- El 70% del tejido empresarial guipuzcoano se ha visto afectado directamente por la crisis del coronavirus, que le ha hecho disminuir su ritmo de actividad o cerrar el negocio. Las medidas adoptadas como los permisos retribuidos y los ERTE, además, han implicado a ocho de cada diez trabajadores del territorio.

La dura incidencia de la pandemia, que sin abandonar el plano sanitario ya manifiesta su efecto perjudicial también en el económico, se refleja de un modo claro en el resultado de una encuesta que ha realizado la patronal Adegi entre sus socios.

El grueso de las respuestas se recibieron entre el 1 y el 6 de abril, cuando habían transcurrido más de dos semanas del real decreto de estado de alarma y escasos días de la controvertida decisión del Gobierno de Sánchez de obligar al cierre a todas las empresas que no desarrollan actividades esenciales, que posteriormente fue corregida.

Los resultados de la incidencia de la crisis sanitaria en el plano económico de Gipuzkoa hablan por sí mismos. El 70% de las casi cuatro centenares de firmas que participan en la encuesta y dan empleo a más de 25.000 personas admite que se ha visto obligado a cerrar o que su actividad ha disminuido.

Entre ellas, son más numerosas las que han podido mantener cierto nivel de actividad, aunque "mínimo" como así lo recoge el real decreto dictado por el Gobierno español al definirse en esta situación el 42% de las consultadas, quienes admiten que han tenido que adoptar medidas de regulación de los recursos humanos tales como la presentación de ERTE parcial para afrontar la caída de la producción.

Sin embargo, casi tres de cada diez, un 28%, se han visto obligadas a suspender por completo la actividad y a implantar figuras como el ERTE para el conjunto de la plantilla o la licencia retribuida al no pertenecer al colectivo que puede desarrollar cierta actividad o tener problemas de suministro, entre otras razones. Resulta significativo que las compañías en esta situación aglutinan el 22% del empleo de Gipuzkoa.

La misma proporción, un 30%, es la que afirma mantener una actividad normal aunque, según subraya Adegi, muchas de ellas reconoce una importante reducción de su volumen de trabajo. Este conjunto de empresas recurre en buena medida al teletrabajo para mantener su nivel de actividad, un recurso que comienza a extenderse en un momento delicado y, tal y como se reivindicaba desde instancias económicas y sindicales con anterioridad, tiene visos de llegar para quedarse.

La combinación de trabajo presencial y a distancia es la fórmula elegida por el 7% de las empresas, mientras que la asistencia del empleado a su puesto de trabajo se exige en el 6% de los casos. Aunque Adegi no aporta detalles, resulta lógico pensar que supermercados, estancos o tiendas de mascotas pueden hallarse en este colectivo.

La encuesta realizada por Adegi también revela que son las medianas empresas las más afectadas por la incidencia del coronavirus en su actividad, dado que el 81% de los negocios con este tamaño, que emplean entre 40 y 150 personas, señala haberse visto obligada a parar la actividad o reducirla.

En este caso, son más las que han apostado por mantener algo de producción, aunque sea a niveles mínimos, y parte del empleo, en concreto un 57%. Las que no lo han conseguido y han parado ascienden al 24,5% del conjunto empresarial de este tamaño.

Respecto al resto del tejido empresarial guipuzcoano, se da la paradoja de que las fuertes diferencias que separan a las grandes empresas y a las pequeñas en este caso se diluyen y presentan similares niveles de actividad. Así, según señala la patronal guipuzcoana, el 67% de las firmas con más de 150 empleados señala una reducción o paro de la producción, mientras que en el caso de los pequeños negocios este porcentaje asciende al 66%.

Además, también coinciden en recurrir de manera algo superior al cierre, que se sitúa en el entorno del 30% mientras que el 37% recurre a la paralización parcial. Eso sí, son las pequeñas las que tienen una mayor capacidad para implantar otras fórmulas como el teletrabajo, lo que les permite mantenerse activas en estos momentos.

En cuanto a los sectores más afectados, son la construcción y el comercio y la hostelería quienes presentan mayores incidencias, resultado de las decisiones gubernamentales. La hostelería al completo y parte del comercio se vieron obligados a cerrar en el mismo momento de la declaración del estado de alarma, el pasado 15 de marzo, mientras que la construcción pudo prolongar dos semanas más su actividad. En este caso, fue la obligación de parar las actividades no esenciales la que les hizo echar la persiana.

En consecuencia, el 96% del sector de la construcción y el 91% del comercio y hostelería admite haberse visto directamente afectado por la crisis del coronavirus, porcentajes que podrían ser mayores si no se permitieran algunas actividades como la elaboración de comida a domicilio o la apertura de ciertos comercios como las tiendas de alimentación y mascotas. La encuesta concluye que el 83% de la industria metálica se ha visto afectada y el 67% del resto del sector industrial.

Moderación. Adegi realizó una encuesta anterior entre el tejido empresarial guipuzcoano en los primeros días de marzo con resultados muy diferentes. En aquella ocasión, los negocios del territorio afirmaban comenzar a sentir ciertos efectos negativos, sobre la industria metálica, pero de manera moderada.

Actividad. Hace un mes, tan solo un 10% de las compañías consultadas afirmó percibir una disminución de su producción frente al 87% que apuntaba al mantenimiento y un porcentaje residual que aseguraba haberla incrementado.

Pedidos. En esta misma encuesta la proporción de empresas que habían detectado un descenso de los pedidos tampoco era muy alta, del 19%

Suministro. Los problemas de abastecimiento tan solo se produjo en el 11,5% de los casos.