- La flexibilización del último Real Decreto que establecía qué actividades eran esenciales y, en consecuencia, podían mantener su actividad y cuáles debían parar no ha tenido una repercusión importante en el desarrollo económico de Gipuzkoa, donde las grandes compañías tractoras prosiguen por lo general paradas o con un nivel mínimo de actividad.

Importantes firmas como CAF, Irizar o Arcelor apenas han introducido cambios en su decisión de parar la actividad hasta, de momento, que transcurran los días festivos de Semana Santa, si bien en algunos casos han recuperado algo de trabajo que, en ningún caso, se acerca al nivel de ocupación de cualquier jornada normal.

El anuncio del Gobierno de Pedro Sánchez de prohibir la apertura de empresas que no pertenecieran a un total de 25 sectores que se materializó en un Real Decreto dado a conocer el domingo cerca de la medianoche cogió de sorpresa al tejido industrial guipuzcoano, que lamentó no disponer de la información necesaria para poder actuar.

El mismo lunes, que el Gobierno español estableció como una jornada de transición, numerosos talleres cerraban pedidos y se preparaban para una clausura cuya duración no se aventuraban a predecir. La propia ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, tuvo que comparecer para admitir la premura en la que se había comunicado este Real Decreto, aunque no cuestionó su contenido.

El martes, en cambio, el Gobierno español amplió el catálogo de actividades que podían tener cierta actividad. Ante esta situación, el Gobierno Vasco remitió ese mismo día un comunicado para indicar que también tenían permiso para proseguir con su ocupación aquellas firmas que abastecieran a las consideradas esenciales e incidía en que las electrointensivas se encontraban entre las que no se veían obligadas a cerrar. Siempre y cuando, eso sí, la jornada fuera similar a un día festivo.

De hecho, el departamento vasco de Desarrollo Económico señaló ayer a Efe haber recibido numerosas consultas del mundo empresarial vasco. Lakua hizo hincapié en las siderúrgicas, al haber mostrado gran interés en conocer sus posibilidades de mantener una actividad, aunque fuera mínima, lo que le hizo concluir que entre la jornada de ayer y la de hoy habrá un “movimiento de apertura” en la industria vasca,

De momento ayer las consecuencias de estos movimientos no tuvieron una gran repercusión en Gipuzkoa. En CAF, la dirección y el comité de empresa ya pactaron desde el principio, a mediados de marzo, un cierre de las plantas de Beasain e Irun que, en un inicio, se prolongará hasta el día 20 de abril, una vez finalizada la época festiva de Semana Santa y los días de permiso retribuido anteriores.

Ayer volvió a observarse en Beasain y en Irun cierto movimiento, aunque mínimo, puesto que menos de medio centenar de los 3.300 trabajadores que integran la plantilla de la firma ferroviaria guipuzcoana acudieron a sus puestos para finalizar unos pedidos que son inaplazables, por lo menos si se quiere evitar abonar penalizaciones.

La posibilidad que otorgó el Gobierno de Pedro Sánchez a las empresas internacionalizadas de atender estas demandas fue aprovechada por la compañía de Beasain para avanzar en el suministro de encargos en Nueva Zelanda y en Holanda. Un grupo de voluntarios se ha prestado a realizar estos trabajos, siempre bajo un acuerdo que han pactado la dirección y el comité de empresa.

También Arcelor Mittal se acogió a los casos de excepcionalidad incorporados al Real Decreto para recuperar cierta actividad en Gipuzkoa, aunque puntualizó que esta es mínima. La firma angloindia ha tomado decisiones diferentes según el territorio en el que está asentada y así, en las plantas guipuzcoanas de Olaberria y Bergara se registraba cierto movimiento, pero no en Bizkaia, donde la fábrica de Sestao permanece cerrada. Según indicó a EuropaPress, en esta planta se sigue aplicando en ERTE por causas productivas y económicas dado que los clientes a los que provee también han parado, con la correspondiente caída de pedidos. “No hay más remedio que parar”, señaló.

Otra gran tractora de Gipuzkoa, Irizar e-mobility, continuaba ayer con las puertas cerradas y esta paralización se alargará en el plazo previsto, hasta mediados de abril, a la espera de cómo se sucedan los acontecimientos. Al igual que un alto número de pymes, las nuevas circunstancias han conducido a la empresa a recurrir al teletrabajo para asegurar un nivel de actividad cuando se recupere cierta normalidad.

Por último, el Grupo Mondragon señaló que la mayor parte de las cooperativas que lo conforman se encuentran paradas, con muy pocas excepciones que responden a la gestión de pedidos y, en este caso, también la actividad es mínima.

Laboral. El sindicato CCOO denunció ayer que la empresa Atenciones Metalúrgicas Guria de Beasain “hace caso omiso” al estado de alarma “imponiendo más despidos” y exigió la paralización de los mismos y que todas las personas trabajadoras afectadas vuelvan a ser admitidas en plantilla. La central sindical reclamó “rigor” a la dirección de la empresa y que “respete escrupulosamente” los derechos de las personas trabajadoras de su plantilla y “la propia ley”. Asimismo, CCOO denunció que la empresa ha intensificado su “política de imposición mediante más despidos” pese a las limitaciones en esta materia aprobadas esta misma semana. Advirtió de que “en pleno Estado de Alarma, no todo vale” e insistió en que Guria “trata de saltarse la ley”, al tiempo que le instó a ser “socialmente responsable”.

CAF y las plantas de Arcelor Mittal de Olaberria y Bergara mantienen una actividad que, no obstante, consideran mínima

La planta de Aduna de Irizar se encuentra cerrada mientras que en el Grupo Mondragon la mayor parte tampoco trabajan