- El tráfico de mercancías en el Puerto de Pasaia descendió un 5,7% en los dos primeros meses del año, cuando todavía no se había decretado el estado de alarma, en un porcentaje superior a la media que registró el conjunto de puertos del Estado, que se situó en el 1,46% según informó ayer el organismo que gestiona estas infraestructuras a nivel estatal.

La caída del tráfico en la dársena guipuzcoana anticipa una evolución que se prevé a la baja, según señaló ayer el director de Servicios e Infraestructuras Portuarias de la Autoridad Portuaria de Pasaia, David Candelario, quien señaló que de momento la actividad se mantiene por “inercia”, aunque ya se advierte cierta ralentización.

Candelario afirmó que el puerto guipuzcoano ha notado un “salto” entre el “escenario” previo a la entrada en vigor del decreto que paralizó todas las actividades consideradas no esenciales y el momento actual. Así, si bien antes el tráfico presentaba niveles que calificó de normales a pesar de la caída de casi seis puntos porcentuales, advirtió de que la situación puede cambiar pronto.

“Hay unos tráficos que siguen viniendo porque estaban concertados desde la semana anterior y aún no se habían visto afectados y ahora estamos evaluando hasta qué punto las restricciones del cierre de las actividades no esenciales va a terminar impactando en el puerto”, describió Candelario.

Según añadió, por el momento “no hay problemas porque los barcos están pudiendo descargar, los camiones llevan las mercancías a los almacenes y el tráfico interno se desarrolla sin ningún problema”.

Además, “los transportes que llevan elementos esenciales, como productos agroalimentarios y pasta de papel, están funcionando de manera normal y los camioneros están saliendo del puerto y llegando a sus destinos”.

Por otra parte, a falta de los datos concretos de marzo, Candelario cree que en el balance de ese mes aún no se notará “un gran descenso” en el movimiento de graneles, al contrario de lo que sucede con los automóviles, un tráfico que “prácticamente se ha detenido” después de que las plantas de Mercedes en Vitoria y de Opel en Zaragoza, las principales a las que da servicio Pasaia, parasen al comienzo del estado de alarma.