madrid - El nuevo Gobierno español que lidera Pedro Sánchez ha abierto el camino para tratar de flexibilizar los objetivos de reducción de déficit que fija la Comisión Europea. Una delegación del Ejecutivo viajará esta próxima semana a Bruselas para abrir negociaciones con la Comisión para suavizar el recorte de déficit necesario este año y los dos ejercicios siguientes y evitar así nuevos recortes del gasto público.

La portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, indicó que los datos de estabilidad de 2019 se conocerán en marzo y, con esas cifras, negociará con Bruselas la flexibilización de la senda de reducción de déficit. Esos nuevos objetivos serían llevados al Congreso y, posteriormente, al proyecto de presupuestos de 2020.

Montero señaló que la intención de Hacienda es presentar “a la mayor brevedad posible” el proyecto de presupuestos de 2020, al ser una de las “prioridades más importantes” del Gobierno.

No obstante, la ministra afirmó que antes tiene que abordarse la negociación con Bruselas de la propuesta del límite de gasto no financiero (techo de gasto) y la senda de estabilidad, como requisito previo a las nuevas cuentas públicas.

A este respecto, el Ejecutivo muestra su interés por mantener una conversación “fluida y franca” con Bruselas, tarea en la que desempeñará un papel protagonista la vicepresidenta económica Nadia Calviño, y a partir de ello empezar a elaborar la propuesta de estabilidad presupuestaria del Ejecutivo para el próximo trienio.

Todo pasa por lograr que Bruselas, que ahora obliga a una reducción estructural del déficit del 0,65% del PIB, el equivalente a unos 8.000 millones de gasto público, acepte rebasar en unas décimas este objetivo o bien aplazar esa meta. - Efe