MADRID - La nueva ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, afirmó ayer que la reforma laboral de 2012 se derogará en dos fases. En una primera se procederá a suprimir “de inmediato y con urgencia” determinados aspectos de la ley, como el que permite el despido por acumulación de bajas justificadas por enfermedad o el que da prevalencia a los convenios de empresa sobre los sectoriales.

“Hay que reequilibrar la posición de sindicatos y empresarios en la negociación colectiva”, apuntó la ministra, que argumentó que la reforma laboral del PP rompió este esquema de equilibrio.

En una segunda fase, explicó Díaz, se elaborará en el marco del diálogo social un nuevo Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI para adaptarlo a las nuevas realidades, ya que las relaciones laborales ya no son las de las “grandes fábricas”, sino que se producen mayoritariamente en pymes y negocios autónomos, precisó.

“Hay dos fases. Primero derogar y luego proponer un marco legislativo diferente”, subrayó Díaz, que denunció que hasta el Banco de España dijo que la reforma laboral del PP “no sirvió para crear empleo, sino para devaluar los salarios”.

Díaz, en declaraciones a La Sexta, indicó que “merece la pena” que en la negociación de ese nuevo Estatuto de los Trabajadores se redefina todo el marco legislativo, incluido el despido. En este sentido y preguntada por si las indemnizaciones por despido improcedente volverán a los 45 días por año, la ministra respondió que el despido es un aspecto “clave” y que “se va a trabajar en el marco del diálogo social”.

Poco después, en una conferencia con posibles inversores en España, la Ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, se alineó con la titular de Trabajo y aseguró que el Gobierno derogará los aspectos “más lesivos” de la última reforma laboral del PP. En su caso, Calviño incidió en la necesidad de buscar acuerdos con sindicatos, patronal y el resto de partidos. - E.P.