donostia - Patricia Casado tiene una larga experiencia en la gestión de rondas de financiación para startups, y ha organizado entre otras las convocatorias de Legalitas, Calidad Pascual o Enagás. Esta experiencia le ha proporcionado un conocimiento de las características que definen al mundo de los inversores que asumen riesgo al apostar por una empresa de reciente creación. Actualmente ocupa la dirección de la aceleradora de startups donostiarra BerriUp.

¿Cuál es el perfil de una persona inversora en ' startups'?

-Hay dos perfiles principales. Por un lado está el profesional que tiene inquietud por los nuevos negocios y que pueden ser directivos del Ibex, de multinacionales, incluso expatriados. Han montado su propia compañía, les ha ido bien y se preocupan de ayudar a que otros hagan lo mismo, actúan por curiosidad y por inquietud. Por otro lado, encontramos cada vez más perfiles jóvenes, los millennials, que se están incorporando también a este mercado. En los últimos tres años se ha incorporado mucho joven que quiere apoyar iniciativas con pequeñas participaciones y que conforman un mercado al que hay estar atentos.

¿El inversor guipuzcoano presenta algún rasgo diferenciador?

-El inversor guipuzcoano, y esto encaja perfectamente con el carácter de este territorio, busca privacidad y discreción, cuando a nivel estatal al inversor no le importa tener cierta visibilidad.

¿Qué razones les lleva a una inversión de estas características?

-Son inquietos y les gusta mantenerse actualizados con respecto a lo que se propone a nivel de tecnología y nuevos modelos de negocio. Recientemente, una directiva inversora con una cartera de ocho compañías que quiere ampliar me hizo un comentario que me impactó. Dijo que estas inversiones eran el mejor máster, puesto que exigían un aprendizaje y aportaban una valiosa experiencia. Ella invertía en su propia formación, porque hay que valorar si crees que ese modelo de negocio va a prosperar, qué actitud tiene el equipo que está al frente y hay que conocer un poco el mercado. Me pareció un enfoque muy interesante, porque es verdad que hay grandes patrimonios que invierten en startups igual que dedican una parte a todos los productos que van surgiendo, pero esta reflexión es una nueva forma de invertir. No es tanto lo que esperas como rendimiento sino lo que tú te vas a llevar como bagaje de esa experiencia inversora.

¿La crisis ha frenado este tipo de inversiones por evitar una sobreexposición al riesgo?

-Al contrario. La crisis demostró que la seguridad puede no serlo. Si pensabas que estabas seguro con parte de tus ahorros en Bolsa y te das cuenta de que llevas dos años atrapado, quizás te empiezas a plantear que no todo, pero sí un porcentaje de tu inversión puede ir a startups. La crisis ha hecho que los inversores se planteen nuevas alternativas.

¿Qué media se invierte?

-En una primera ronda las aportaciones son pequeñas y suelen venir de familiares, amigos y "locos". Cuando el modelo de negocio está validado y existe un producto viable, se celebra una segunda ronda donde las cantidades son mayores.

¿Cuáles son los sectores en los que se invierte más en startups?

-Cada inversor particular tiende a invertir en lo que entiende. Cuando se hacen rondas, una de las máximas para los emprendedores es hacer un discurso lo más cercano y comprensible posible. Los negocios más fáciles de entender son los que antes completan las rondas. Con todo, yo siempre digo que hay un inversor para cada proyecto.

¿Qué proyectos convencen más?

-A grandes rasgos, las nuevas tecnologías, que son las que están formando nuevos modelos de negocio en todos los sectores y, en el caso de Euskadi, de manera especial en industria, gastronomía y turismo.

¿Cómo se protege el inversor del riesgo?

-El inversor privado destina un presupuesto que suele ser de un 10% del total que va a destinar a la inversión, y tiene claro que es un dinero que puede permitirse perder. En cuanto a la técnica, hay que analizar el proyecto muy profundamente, evaluar muy bien y ser muy frío, porque al final el ratio de éxito es que de cada diez startups, a los dos años han desaparecido ocho.

¿Qué papel juega BerriUp?

-BerriUp se creó hace cinco años por parte de un grupo de industriales que quieren fomentar que haya empresas emergentes y para ello crean un fondo, Easo Ventures. Inicialmente a los proyectos seleccionados los apoyamos con 50.000 euros, asesoramiento y una red de mentores que creo estelar. Una vez que la startup ha sido acelerada y quiere crecer, nosotros le acompañamos a través de ese fondo.

¿Por qué la presencia de mujeres en este entorno es menor?

-Tradicionalmente el mundo financiero ha sido muy masculino. Pero ahora mujeres se están incorporando en puestos clave como la presidencia de la CNMV. Hay que normalizar esos nombramientos, y darles difusión y visibilidad para que el resto que está un poco reticente se atreva. La inversión de este tipo es una actividad muy gratificante y satisfactoria a nivel de aprendizaje y de experiencia. Es bueno que se dé visibilidad a las que ya lo hacen para que, a su vez, animen otras mujeres. Crear referencias es muy importante.

¿Existe una cultura inversora en 'startups' en Euskadi?

-Hay un recorrido importante por hacer. Hay grandes que lo están haciendo fenomenal como Geroa, una referencia. Y creo que la parte privada está ahora con la inquietud, surgen iniciativas y eso es bueno porque alimenta a un sector que mueve la economía. El hecho de que se creen nuevas empresas y de que exista quien les apoye es bueno, porque alimenta el tejido empresarial. Incluso en el peor de los casos, ha sido bueno por el ejercicio de reflexión y por la experiencia que llevas. En el mundo anglosajón, pionero en el mundo startup, se suele decir "falla rápido y falla barato". En ese ámbito es donde las aceleradoras como BerriUp podemos aportar. El dinero te lo puede poner un banco, pero en BerriUp tienes una red de mentores que te va a dirigir, es dinero inteligente.

¿Qué aconsejaría a alguien que quiere invertir en una 'startup'?

-Respecto al presupuesto, definir muy bien qué es lo que realmente puede hacer en los próximos dos años. Yo también le diría que empezara a rodearse de personas que ya han invertido o que están en contacto con ese mundo y que tratara de aprender de ellas. Por otro lado, es importante diversificar y aportar pequeñas cantidades a varios proyectos, hasta ahora se hablaba de diez pero se empieza a proponer veinte. Y la intuición es el broche final. Conocer al equipo es muy importante. Durante estos años he organizado muchísimas rondas y todavía me sorprende el hecho de ver en un papel lo que llamamos el resumen y que te guste, y conocer el equipo y que te deje de gustar, y viceversa.