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Jaguar y su mayor apuesta

El XE es la gran apuesta de Jaguar, la puerta de entrada a una nueva era en la que Jaguar está llamada a ser toda una referencia por sus valores tradicionales, pero también por su tecnológica de vanguardia y modernidad.

Jaguar y su mayor apuesta

Jaguar está con el XE ante su gran apuesta, la jugada definitiva para crecer como marca de prestigio en todos los sentidos y sobre todo en presencia en carretera. De hecho, desde la propia firma británica se presenta a su retoño como “la berlina deportiva más avanzada, eficiente y refinada jamás creada por Jaguar”. En un momento de cambio en el seno de la casa, pero con las ideas bien claras, los objetivos perfectamente definidos y el trabajo hecho a conciencia, a tenor de esa realidad palpable que es el nuevo XE, Jaguar tiene argumentos más que sobrados para sentirse totalmente satisfecha del camino iniciado. Una senda que no abandona el toque aristocrático tan propio de la marca del felino, pero que apuesta más que nunca por la modernidad y el espíritu deportivo.

De hecho, y después de disfrutar a conciencia a los mandos del nuevo Jaguar XE -en concreto de la versión diésel de 180 CV con cambio automático y terminación R-Sport (también está disponible en los acabados S, Pure, Prestige y Portfolio)-, se puede destacar de este precioso automóvil, que uno no se cansa nunca de mirar, su funcionamiento extremadamente suave y silencioso, el elevado confort del que hace gala -que todavía será mayor en los acabados menos deportivos que el citado R-Sport debido a sus suspensiones más firmes y a los neumáticos de menor perfil-, la sofisticación de su tecnología y el completísimo equipamiento, y el exquisito refinamiento del que hace gala tanto en su diseño como en la calidad de los acabados exhibida y en el preciso funcionamiento de todos y cada uno de sus componentes. Lo cierto es que un servidor, cuando se bajó del coche y devolvió las llaves al concesionario Eurolan de Hernani, se marchó con la sensación, puede que por una vez en su vida, de que una marca, en este caso Jaguar, daba más coche, en este caso el citado XE, de lo que cobraba a cambio.

De hecho, sus contenidas tarifas son otro de los argumentos del éxito del XE, con precios anunciados para los diésel de 163 y 180 CV desde 37.000 euros con caja manual y a partir de 39.500 euros con cambio automático. La unidad probada sube 43.500 euros y con cambio manual se queda en 41.800 euros, con los gasolina, todos automáticos, a partir de 39.000 euros. Estas tarifas incluyen los gastos de matriculación. Hay que apuntar que junto al citado 2.0 diésel probado (180 CV, 231 y 228 km/h, cambio manual de seis marchas o automático de ocho velocidades, consumos medios de 4,2 litros y emisiones medias de 109 a 111 gramos de CO2 por kilómetro), se dispone del mismo motor de gasóleo con caja manual, 163 CV, 227 km/h, solo 3,8 litros de gasto medio y 99 gramos de emisiones. Asimismo, los gasolina ofertados incluyen dos cuatro cilindros de dos litros con turbo, el primero con 200 CV, 237 km/h y 7,5 litros de consumo, y el segundo con 240 CV, 250 km/h y 7,5 litros de gasto medio; además de un seis cilindros en uve sobrealimentado de 3.000 cc con 340 CV, 250 km/h y 8,1 litros de consumo medio.

Jaguar ha creado con el XE un coche pensado para usuarios que disfrutan de su vehículo a diario, que demandan una habitabilidad suficiente, un tamaño relativamente contenido (4,67 metros de largura), provisto de un maletero capaz (450 litros) y dotado del diseño, tecnología, equipamiento de confort, seguridad y conectividad al más alto nivel y con un toque de deportividad que se aprecia en un exquisito diseño exterior e interior y en una conducción que logra un equilibrio admirable entre su elevado confort de marcha y un más que notable dinamismo. Todo ello sazonado por una estética diferenciada, elegante y hasta señorial, junto a una calidad de realización ejemplar tanto por sus acabados como por los materiales empleados.

Para ello, la primera de las exigencias ha sido construir una moderna, sólida y eficaz carrocería que emplea lo que Jaguar denomina “arquitectura intensiva de aluminio”, elemento que se ha convertido en pieza clave de este Jaguar XE, ya que resulta más ligero, resistente, eficiente, seguro y deportivo. Y es que para ver el cambio revolucionario que se está dando en Jaguar basta el detalle de que se ha pensado, y mucho, también en el ahorro en el mantenimiento, con revisiones cada dos años o 32.000 kilómetros, además de incluir tres años de garantía sin límite de kilometraje y con mantenimiento gratis. Es el nuevo Jaguar y su gran apuesta con el XE, lo mejor del aristocrático pasado de la firma británica combinado con la modernidad más audaz, inteligente y práctica.