El BBVA se anticipa a una morosidad en aumento a costa de reducir beneficios
Los riesgos dudosos suben un 24,8% más que en 2008 La morosidad experimentó un incremento del 4,3% frente a una tasa del 2,3% registrada en 2008
Madrid. BBVA ha aprovechado el ejercicio 2009, pese a la dificultad que ha entrañado, para anticiparse al futuro y provisionar al máximo sus riesgos dudosos, que prácticamente se han duplicado en el último año -han pasado de 8.568 millones a 15.602- y elevan la tasa de mora al 4,3% frente al 2,3% de 2008. Francisco González y Ángel Cano, en la que ha sido su primera presentación conjunta de resultados, explicaron ayer en Madrid que si el banco pudo destinar el año pasado 6.572 millones de euros a saneamientos, provisiones y extraordinarios fue "por la fortaleza de su balance". Esta política de anticipación a una evolución negativa de parte importante de su cartera de créditos, ha dejado el beneficio atribuido del grupo en 4.210 millones, un 16,1% menos que en 2008. Sin singulares el resultado ha bajado un 2,8%, hasta 5.260 millones.
El presidente del BBVA no sólo justificó el "esfuerzo de anticipación" que supone provisionar créditos "susceptibles de deterioro en los próximos meses" (se han provisionado 2.500 millones de "dudosos subjetivos", de los que 1.800 corresponden a España, en concreto a 64 grupos inmobiliarios), sino que lo puso como ejemplo de lo que debe hacer la Banca española ante el problema que le plantea la deuda de 325.000 millones de los promotores inmobiliarios. González dijo que esa deuda no deben pagarla los ciudadanos, sino "quienes la han causado: los promotores y las entidades que les financiaron". Su consejo es que las entidades "provisionen todo el riesgo que tengan lo más rápidamente posible para que los precios de oferta y demanda se acerquen". Al BBVA le corresponde el 5,6% de esa deuda aunque tiene el 11% de cuota de mercado en ese segmento. González incidió en que los saneamientos y provisiones, así como la dotación para prejubilaciones, que asciende a 551 millones, "clarifican el futuro y nos permiten dedicarnos a gestionar el banco dejando atrás la crisis".
Sobre la situación económica y esa recuperación que algunos colegas suyos ya creen próxima, Francisco González dijo que el problema de España no es que el PIB se contraiga un 0,8%, como prevé su servicio de estudios, o un 0,6% como dice el FMI, sino su alta tasa de paro y el coste de la deuda, penalizada por una política de "mucho gasto y mucho déficit". Por eso espera que "el Gobierno aborde rápidamente esos dos problemas", en especial con una reforma laboral que, en su opinión, no tiene nada que ver con el abaratamiento del despido.
El presidente del BBVA, que presume de no haber necesitado ayudas públicas, ni avales ni ampliaciones de capital, considera que las intervenciones estatales en bancos competidores "han creado un terreno de juego que no es justo", porque "hay gente que lo está haciendo bien y no recibe el premio a su gestión, como es el caso del BBVA". Francisco González se manifestó a favor de las medidas propuestas por Obama para la Banca en Estados Unidos, "donde han pasado cosas que no son aceptables", y de la limitación de las primas y bonus de los banqueros. Según González habría que hacer muchas cosas en regulación financiera, pero dentro del G-20 para no generar diferencias por países, y revisar todo el sistema de valoración de compensaciones. "Estoy de acuerdo -dijo- en regular los bonus, porque no me opongo a que alguien gane lo que sea, pero siempre que genere valor".
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