Unos 50 de los 60 controladores de la OTA de Donostia, según los sindicatos convocantes, secundan una nueva jornada de huelga de los trabajadores de la empresa que presta este servicio en la capital guipuzcoana, en el primer día de paro de otra tanda de siete jornadas seguidas que tienen previstas para exigir subidas salariales equivalentes al IPC.

Después del paro parcial del 7 de octubre, y las huelgas del 7, 28, 29 y 30 de octubre, y 4, 5 y 6 de noviembre, ELA, CCOO y LAB -que tienen el 61% de representación en la mesa negociadora del nuevo convenio provincial- han llamado a otros ocho días de huelga en las plantillas de la OTA y Grúas de Gipuzkoa, desde este 9 de noviembre hasta el 16.

La otra central que completa la representación social, UGT, no apoya los paros, con los que los otros sindicatos pretenden presionar a la patronal Asesga, la agrupación española de gestoras de aparcamientos, y a los ayuntamientos, como responsables últimos de los servicios, el desbloqueo de la negociación.

Una treintena de empleados se ha concentrado esta mañana bajo la lluvia ante el Ayuntamiento donostiarra, haciendo sonar pitos y sirenas y con una pancarta en la que, además de reivindicar aumentos de sueldos iguales al IPC, exigen una jornada laboral de 1.592 horas al año, lo que supone rebajar unas 45 horas semanales actuales a 35.

Según ha explicado a los medios informativos Andoni Iriondo (ELA), se trata de una unas exigencias "históricas" dirigidas a mantener el poder adquisitivo de estos empleados y trabajar "las mismas horas que cualquier trabajador público".

Ha asegurado que tras 12 reuniones en año y medio, la empresa "no quiere negociar" y sólo oferta aumentos de un 4% en total en cuatro ejercicios (2021-2024), a razón de un 1% anual.

Iriondo ha indicado que unos 150 empleados conforman la plantilla de controladores de la OTA y de las grúas municipales en Gipuzkoa, de los que 60 agentes operan en Donostia, donde además hay una veintena de empleados en oficinas y otros tantos gruístas.

El resto se distribuye en Irun, donde hay unos 20, y empleados "sueltos" en varios municipios, en su mayoría contratados en verano.

Sí hay personal estable en Tolosa y Zarautz, pero pertenecen a la empresa Gertek y disponen de "un convenio propio que sí garantiza el IPC y las 1.592 horas".

Iriondo ha reclamado además la intervención del Ayuntamiento donostiarra en el conflicto laboral, porque "se embolsa 8 millones de euros al año con este servicio, de ellos, 5 millones van a la empresa, y alrededor de 2 llegan al bolsillo de los trabajadores".

"Es una balanza nada compensada" porque "los trabajadores dan el callo todos los días, bajo la lluvia, haga frío o calor", y "la plantilla es cada vez más reducida", ha denunciado el sindicalista, quien ha reclamado que se contrate más personal o que el consistorio "haga pública esta contrata".