Más de 200 investigadores de 38 países han pasado por Talent House en un año
Fomento dice que los objetivos se han cumplido y que el balance es "muy positivo" La residencia, que aloja a personas que trabajan en el sector de la investigación, ha tenido una ocupación media del 75%
donostia. La residencia para personal investigador, denominada Talent House, cumple un año de vida y sus responsables subrayaron ayer que el balance es "muy positivo" y que "se han cumplido los objetivos". En este periodo de tiempo la casa, que acoge a profesionales que trabajan en centros de investigación y desarrollo de la ciudad, ha albergado a 212 personas de 38 nacionalidades y ha contado con una ocupación media del 75%, aunque ha habido meses en los que se ha rozado el 90%.
Este edificio de alojamiento transitorio situado en Aiete cuenta con varios servicios adicionales como la ayuda en la realización de trámites o el apoyo en la búsqueda de empleo para el cónyuge. Se trata de "facilitar a los centros de I+D+i locales su labor de captación de profesionales". "Este objetivo se enmarca en la estrategia general de Fomento encaminada a favorecer la investigación, la innovación y la ciencia como elementos transformadores del modelo económico", afirmaron desde la entidad municipal.
A lo largo de este año se han puesto a disposición de los investigadores 80 apartamentos de entre 25 y 63 metros cuadrados con un coste mensual de entre 450 y 920 euros.
Acompañado del concejal de Desarrollo Económico, Josu Ruiz, y del gerente de Fomento de San Sebastián, Euken Sesé, Ander Matheu, investigador de Biodonostia, explicó su caso. Este biólogo donostiarra especializado en el estudio del cáncer cursó sus estudios en Pamplona y Madrid para después viajar a Inglaterra. "Después de 17 años fuera de la ciudad tuve una oportunidad de trabajo aquí; la opción era atractiva, pero tenía las mismas dudas que un ruso o un alemán porque hacía mucho tiempo que había dejado Donostia", dijo.
En este sentido, apuntó que Talent House le ha ofrecido "un año de tranquilidad" por no tener que ocuparse de una "vorágine de papeles y, sobre todo, de no tener que buscar una casa". "Espero que esta residencia sea la puerta de entrada para que muchos investigadores vuelvan a San Sebastián", añadió.