EL parque de Cristina Enea comienza a envejecer tras su última reforma, que finalizó hace cuatro años. El paso del tiempo, poco en esta ocasión, se nota ya en los senderos de la zona verde, a los que se aplicó un pavimento poroso, con el fin de que el drenaje fuese más natural y el agua penetrase en la tierra. Lo que jugó a favor del medio ambiente se ha posicionado en contra de su mantenimiento, ya que los caminos, a simple vista, parecen necesitar una nueva capa de pavimento.
En la actualidad, los senderos de Cristina Enea, tanto el de la zona baja, paralelo al paseo de Mundaiz, como el que asciende al palacio del Duque de Mandas y vuelve a bajar, no están tan lustrosos como al principio. Especialmente, el camino de la zona baja está muy desgastado y, en algunos puntos, la tierra aflora donde antes había aglomerado. No solo la presencia de caminantes ha erosionado el piso, también los camiones de obra que entraron al recinto verde para las obras de la pasarela de Cristina Enea a Riberas han provocado la desaparición del pavimento de zonas de los caminos.
A los lados de las renovadas veredas, además, se colocaron hace cuatro años unos pequeños canales de hierro, con el fin de recoger el agua de lluvia. Esta llega a un depósito que usan los operarios de limpieza para baldear distintas zonas, de modo que no se desperdicia.
reparación
La crisis lo impide
La reparación de los senderos no está incluida, por el momento, dentro de las partidas de mantenimiento urbano, según fuentes municipales. La crisis económica que afecta a la institución local deja de lado esta actuación en favor de otras consideradas más urgentes.
La reforma de esta zona verde, cedida a la ciudad por el Duque de Mandas en su testamento -falleció en 1918- resultó muy polémica. Grupos ecologistas y partidos, entonces en la oposición al alcalde Odón Elorza, criticaron duramente la reforma y se movilizaron en su contra.
Sin embargo, una vez ejecutados los trabajos, el parque comenzó a ser frecuentado por un mayor número de personas. Algunos de quienes antes lo rehuían por sus rincones oscuros y el follaje salvaje comenzaron a pasear por él y más aún desde que se abrió la pasarela al nuevo barrio de Riberas de Loiola, que convierte el parque en una conexión peatonal rápida con el centro de la ciudad.
Premio europeo
Desarrollo sostenible
Hace dos años, esta zona verde de 94.000 metros cuadrados recibió el segundo premio en un concurso de jardines organizado por el Consejo de Europa. El parque, dotado de numerosas especies de árboles, surgió al cuidado del Duque de Mandas y fue mantenido con posterioridad por los distintos ayuntamientos de la ciudad.
El premio destacó que Cristina Enea es un ejemplo de desarrollo territorial sostenible, así como de sensibilización hacia la ciudadanía. El ganador del certamen fue el Parc de la Deûle de la localidad francesa de Lille. Los ocho finalistas fueron jardines de Turquía, Finlandia, Italia, Eslovenia, República Checa y Hungría.