Sin apenas poder andar, pero con una sonrisa de oreja a oreja. Así llegó Julen Martija a la rueda de prensa. Su esfuerzo titánico, con sus piernas diciendo que no podían más, pero su corazón tirando hasta el tanto 22 fue uno más de los ingredientes que hicieron que la final del Parejas ganada por Jokin Altuna y el zaguero de Etxeberri ante Unai Laso y Ander Imaz fuera una que quedara en la memoria de los protagonistas y en la de los espectadores. Fue un choque con tintes épicos, una de esas victorias que tiene un sabor especial y ninguno de los vencedores disimuló su felicidad. Habían sufrido hasta el límite, pero habían conseguido sacar adelante un partido en el que estuvieron contra las cuerdas y tiraron de fortaleza mental y física para darle la vuelta.

Las cosas se torcieron tras el primer descanso para Altuna y Martija. Laso e Imaz cogieron el mando del partido y se fueron hasta el 11-17. Sin embargo, los de Aspe no se rindieron, superaron la primera prueba de fuego y se reengancharon en el encuentro. “Cuando vas 17-11 es difícil seguir con la misma concentración y creo que lo hemos conseguido. Un partido no está perdido hasta el 22 y hay que seguir luchando hasta el final”, reconoció Martija. Por su parte, el amezketarra no quedó satisfecho solo por haber conseguido también la remontada, si no por comprobar también todo lo que ha mejorado en el aspecto mental: “Igual antes agachaba más la cabeza y ahora he aprendido que hay que luchar hasta el final. Creo que por eso hemos ganado. Hay que tener claro que hay momentos buenos y malos y hay que luchar hasta el final, así lo hemos hecho y por eso mismo al final hemos tenido la recompensa”.

Otro de los momentos que se vivió con mucha tensión fue la lesión de Martija. Las dos bolas se le subieron y “nunca había tenido un dolor así”, reconoció el etxeberritarra, que añadió que la retirada nunca se pasó por su cabeza: “Lo único que pensaba era que aunque estuviera cojo iba a salir a jugar y que Jokin acabase como pudiera. No me iba a quedar. Me ha hecho un masaje fuerte y he visto las estrellas, pero ha servido para poder salir. Con un gran esfuerzo y con Jokin, que me ha ayudado un montón, hemos conseguido ganar y la verdad es que ha sido increíble”.

Los últimos momentos estuvieron llenos de tensión. Los cuatro pelotaris iban al límite y nadie quería perder. Hubo que sufrir hasta el final. “Hemos hecho el 21 y parecía que podíamos ganar ya, tenía el tanto hecho, pero la he cogido un poco abajo y se me ha ido abajo. Otra vez problemas. Pero hemos luchado hasta el último tanto y estoy muy muy contento”, afirmó el amezketarra. Fue un partido lleno de imágenes y momentos para el recuerdo para acabar en la primera txapela del Parejas de Altuna, con la que completa la Triple Corona, y la segunda de Martija. “Ha sido un día para recordar. Toda la gente animando y además cómo hemos ganado. Ha sido un partido impresionante y eso le da otro punto. Estoy muy contento, he conseguido ganar otra final y para mí es increíble. No pensaba que iba a ganar una y mucho menos dos”, concluyó Martija.