Duración: 58:44 minutos de juego.

Saques: 3 de Bengoetxea VI (tantos 1, 2 y 6) y 1 de Rezusta (tanto 9).

Faltas de saque: Ninguna.

Pelotazos: 257 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 8 de Bengoetxea VI y 18 de Rezusta.

Errores: 3 de Bengoetxea VI y 3 de Rezusta.

Marcador: 1-0, 3-0, 3-1, 4-1, 4-4, 7-4, 7-7, 7-11, 9-11, 9-12, 10-12, 10-17, 13-17, 13-19, 14-19 y 14-22.

Botilleros: Ejercieron de botilleros Asier García (con Bengoetxea VI) y Etxaniz (con Rezusta).

Incidencias: Partido correspondiente a los octavos de final del Manomanista de la LEP.M disputado en el frontón Bizkaia de Bilbao a puerta cerrada.

- "En Beñat Rezusta todavía hay margen de mejora". La frase proviene de los técnicos de Aspe cuando el zaguero de Bergara comenzaba a asustar con su zurda eléctrica. Después, el Olimpo: cuatro finales consecutivas del Parejas, dos txapelas y unas semifinales del Manomanista. Hitos que hay que salpimentar de tronos veraniegos, loas y un futuro aún por escribir. A Rezusta le decían eso porque en los entrenamientos no dejaba de trabajar un aspecto, la derecha, pero en los encuentros le costaba desprecintarla. Rezusta parecía zurdo cerrado. Rezusta se recostaba en las tablas de contracancha para dar luz con su mano izquierda. Rezusta andaba más kilómetros de la cuenta para evitar la incertidumbre. Rezusta, entretanto, curraba en silencio y fuera de los focos. Día tras día.

Pues bien, en el frenetismo Oinatz Bengoetxea planteado ayer en la eliminatoria de octavos de final del Manomanista del Bizkaia de Bilbao, puesto que el delantero de Leitza tiene la capacidad de convertir cualquier duelo en un frenopático de ritmo y aire, Beñat encontró la derecha. Dio 25 de los 132 con ella. Sujetó, defendió y terminó tantos: dejadas y pelotazos profundos, arrimados a la pared, complicados para la defensa del bicampeón navarro. Además, con la zurda, un látigo, maniató al leitzarra, que fue incapaz de recortar distancias con el guipuzcoano de Aspe desde mitad de tajo. No hay puntos ciegos. Oinatz sufrió alejado del frontis.

Rezusta cambió la cita con el 7-4 en el luminoso. El zurdo llegaba de levantar un 3-0, en el que aterrizó tras encajar dos saques y un saque-remate. Y se repuso. Beñat es un zaguero de mirada larga y un dos paredes venenoso. Como respuesta al 4-1, que conquistó Oinatz con solidez, el de Bergara logró poner la igualada. Su trabajo se vio en vano por dos dejadas al colchón y un saque encajado (7-4).

Sin embargo, se repuso. El de Bergara es un gigante con una capacidad física enorme. El veterano acusó los envites de la izquierda de Rezusta, un martillo. Entre dejadas, dos paredes y pelotazos largos convirtió el frontón Bizkaia en un Vietnam privado para su contrincante, inerme ante el torrente de juego del zaguero.

Rezusta puso tierra de por medio y añadió velocidad de crucero. Al delatero le costaba una barbaridad contrarrestar los pelotazos largos de su contrincante. El envite, bello y duro, en el que se cruzaron 257 pelotazos, se desnortó con una tacada de siete tantos azules. La voltereta cambió por completo el paisaje.

Bengoetxea VI trató de darle la vuelta sin éxito. Se acercó 9-11 y 10-12, una dejada al txoko errada. Beñat no se achicó: contrarrestó su fallo con otra dejada en un tanto inmenso, peloteado, forzado, duro. Ese instante marcó el devenir del choque. Rezusta se escapó, mucho más entero físicamente que su contrincante. Se puso 10-17 y solo cuatro destellos mágicos de Oinatz combatieron el partido redondo de Rezusta.

El de Bergara se medirá en cuartos de final del Manomanista a Danel Elezkano el viernes en Idiazabal.