Duración: 56:18 minutos de juego.

Saques: 5 de Altuna III (tantos 2, 7, 9, 10 y 16) y 4 de Darío (tantos 2, 6, 8 y 14).

Pelotazos: 264 pelotazos a buena.

Tantos en juego: 11 de Altuna III y 7 de Darío.

Errores: 4 de Altuna III y 6 de Darío.

Marcador: 1-3, 7-4, 8-10, 11-11, 12-11, 13-12, 14-12, 14-13, 15-15 y 22-15.

Incidencias: Partido correspondiente a las semifinales del Manomanista de Primera disputado en el frontón Astelena de Eibar. Encuentro a puerta cerrada. En el primer partido, Peio Etxeberria-Zabaleta ganaron a Bengoetxea VI-Albisu (11-22). En el tercero, Elordi venció a Egiguren V (22-15).

- Dos sueños se cruzaron ayer en el Astelena. Dos objetivos en mente y solo un candidato para hacerlos realidad. Jokin Altuna luchó por llegar a su segunda final del Manomanista con solo 24 años, mientras que Darío Gómez quiso que su revolución no terminara. La sorpresa de este campeonato demostró una vez más que tiene nivel de sobra para plantar batalla ante los mejores y presentó una candidatura seria en las semifinales. La ilusión del riojano contra el hambre insaciable del guipuzcoano. En esa batalla solo uno pudo salir victorioso y los pronósticos terminaron por cumplirse. El sueño de Darío llegó a su fin ante Altuna que, falto de soltura con el remate, supo trabajar para sacar el partido adelante. Fue un duelo duro, con tantos muy peloteados y una tacada final de nueve tantos consecutivos dio la victoria a Altuna (22-15). En la final espera Erik Jaka para protagonizar la primera final del Manomanista con dos pelotaris de Gipuzkoa desde 1955.

La semifinal del Manomanista fue el último muro antes de cumplir otro sueño para estos dos pelotaris. El obstáculo final. Altuna y Darío llegaron preparados para la guerra y la encontraron. No fue un día de brillo, fue una jornada de trabajo. Peloteos largos, exigentes y con cambios de mando continuos. Ambos tuvieron que desplegarse en tareas defensivas, tirando de infinidad de recursos para alargar la jugada un golpe más. El amezketarra y el riojano llegaron al Astelena en un momento de forma excelso, rápidos de piernas y con frescura en el golpe. Ese alto nivel físico se trasladó al partido y el camino hacia al cartón 22 requirió un despliegue enorme.

En ese intercambio de golpes los detalles decidieron, Jokin Altuna logró sacar rédito a cada error que realizó el delantero de Ezcaray, pero solo pudo romper el choque a partir del cartón 15 y a pesar de que Darío ya no hizo ningún tanto más, el guipuzcoano tuvo que sufrir para cerrar definitivamente el choque y terminó el encuentro exhausto.

El remate es una de las principales armas de Altuna. Tiene ese don para acabar los tantos desde cualquier lugar. Ese toque mágico capaz de desequilibrar los encuentros.

Sin embargo, ayer los ángulos fueron esquivos para el amezketarra. No estuvo tan acertado como suele ser habitual, en parte por el trabajo de Darío, que le tuvo mucho tiempo fuera de los cuadros más cercanos. Pero Altuna no es exclusivamente un rematador y supo reinventarse para sacar adelante el exigente encuentro. Supo leer el partido a la perfección y tirar de trabajo para lograr la victoria. El amezketarra se valió de su golpe para enseñar constantemente la espalda al manista de Ezcaray y mandó en la mayoría de los peloteos gracias a la frescura que atesora en estos momentos a la hora de golpear a la pelota.

Darío dejó claras sus intenciones desde el primer saque. El riojano quiso alejar del frontis a Altuna todo lo posible y optó por jugar tantos muy peloteados. Dejando de lado el riesgo y apostando por la dureza.

Altuna fue capaz de golpear siempre un cuadro más que su oponente, encontró el éxito en el método de su rival y lo hizo suyo. Los dos pelotaris llegaron igualados hasta el 15-15 y con el 16-15 Darío falló una dejada para recuperar el saque. Altuna ya no perdonó, aprovechó su momento y se fue directo hasta el 22.

Promoción. El Manomanista de Segunda no tendrá una final entre guipuzcoanos. El azpeitiarra Julen Egiguren cayó ante el vizcaino Aitor Elordi por 22-15 en un encuentro jugado a gran ritmo y que se desenvolvió en los cuadros alegres. Elordi fue de menos a más y en los compases finales consiguió encontrar huecos en la férrea defensa de su oponente. Axier Arteaga le esperará en la final del próximo sábado. El delantero de Lasarte-Oria ya conquistó este título en 2017. Arteaga venció entonces a Bakaikoa por 22-17.