- En menos de 48 horas, Jokin Altuna y Ander Imaz conquistaron la tabla clasificatoria del Masters CaixaBank, el Frankenstein montado por la Liga de Empresas para restañar el verano perdido por la pandemia del coronavirus COVID-19. El delantero de Amezketa y el zaguero de Oiartzun respiraron el aroma a la temporada estival en Azpeitia y Zarautz. La cita del Izarraitz sirvió para recuperar el choque que descorchó la competición, pero que no se pudo terminar. El fallido envite de San Juan en el Astelena de Eibar se suspendió debido a que la mezcla de productos químicos de limpieza -esenciales por los protocolos sanitarios instaurados por las instituciones sanitarias después del confinamiento- y el calor produjo tal condensación que la cancha se transformó en una pista de patinaje. La cita contra Ezkurdia-Aranguren murió sin apenas desperezarse, obligando a las empresas a encontrar un acomodo en el calendario.

La fecha elegida fue el viernes y las dos combinaciones vivieron un fin de semana de trabajo doble. Sin embargo, el enfrentamiento se desequilibró con un 8-22 del lado de Altuna III-Imaz. Redondearon la jornada con el triunfo contra pronóstico ante los poderosos Iñaki Artola y Beñat Rezusta el domingo en el Aritzbatalde (22-14). De lujo. En un fin de semana, cayeron las dos parejas invictas que quedaban en las tres primeras semanas de competición. La reacción de los guipuzcoanos, que ganaron con una tacada de diez tantos, bien vale la conquista de la clasificación.

Aun así, nada se ha roto en cuatro jornadas en el Masters, aunque corre peligro. Lo que queda claro es que el diseño mixto afianza la sensación de equilibrio entre las ocho combinaciones presentadas por Aspe y Baiko Pilota. Al menos, en la cabeza de la clasificación. En este sentido, en la parte alta no quedan parejas aisladas con pleno de triunfos gracias a las prestaciones de los líderes. Los acompañan con tres triunfos y una derrota Artola-Rezusta, Ezkurdia-Aranguren y Bengoetxea VI-Martija. Si bien la potencia del alegiarra y el zurdo de Bergara asoma como uno de los principales activos de la competición, quedando desbancados de la primera posición el pasado domingo, el regreso de Oinatz a los estelares -completó su primer partido el sábado en Idiazabal al no poder participar por lesión en los tres anteriores, habiendo sido sustituido por Peña II- pone otro punto de atractivo al torneo. Arbizu contemplará el domingo el cruce en la cúspide del leitzarra y Martija ante Ezkurdia-Aranguren.

Por otro lado, los duetos que capitanean los pegadores José Javier Zabaleta y Jon Ander Albisu suman tantas caras como cruces: dos victorias y dos derrotas. No terminan de despegar. Aunque Aimar Olaizola y el bombardero de Etxarren partieron desde la casilla de salida como favoritos a entrar en la liguilla de semifinales, los dos partidos perdidos en los primeros compromisos les están obligando a remozar sus posibilidades. Aun así, conocida la capacidad de ambos, se da por hecho que seguirán en la pomada. Puede ser clave su cruce del sábado en Iruñea ante Altuna-Imaz, que puede abrir distancias o comprimirlas. Jaka y Albisu, por contra, no logran dotar de regularidad su propuesta pese a contar con una formación clásica: artista y pegador.

No conocen aún el triunfo Elezkano II-Aretxabaleta y el experimento Urrutikoetxea-Irribarria. La pareja vizcaina no está pasando por un buen momento y el viernes bailará en Medrano con Artola-Rezusta, en gran momento de forma. Son malos socios. Por contra, Urruti, que volvió a vestirse de blanco el domingo después de dos semanas lesionado, está en proceso de ensamblaje y su compañero realizó un buen partido en Arrigorriaga. El tiempo para reaccionar corre rápido.