bilbao - Imanol López, una montaña, se golpeaba el pecho como un King Kong herido cuando al fin supo que llegó a la gloria tras un recorrido sinuoso, arduo, angosto y repleto de aristas que le propuso Aimar en la final del Individual de cesta disputada en la noche del viernes en el frontón Mendibarren de Berriatua, el hogar de Aimar, abarrotado por tan magno acontecimiento. López mandó la pelota a morir al rebote sin que Aimar pudiera hacer nada para rescatarla y darle más hilo a una final estupenda resuelta en tres jokos, en los estertores (11-12, 12-10 y 5-3). Allí, en ese envío mañoso y fuerte agarró la corona del Individual Imanol López, txapeldun por segunda ocasión. El gigante de Zumaia, con molestias en cuádriceps -requirió asistencia- respiró entonces alegría y éxtasis después de un duelo en el que Aimar, exacto y certero en el remate, le exigió al límite, a ese no lugar donde se resuelven los debates sin margen de error.

López y Aimar se personaron al desempate del tercer joko (resuelto por 5-3 a favor de López) porque el delantero de Berriatua, estupenda su actuación en un recinto que no esconde secretos ni recovecos para él, se impuso en el primer parcial. Lo hizo por la mínima, 12-11, después de que la chapa crucificara a López, pero fue suficiente para enviar un mensaje nítido, sin necesidad de intérpretes y traductores a López, el gran favorito. Aimar, maravilloso en el remate, estupendo ejecutando dejadas, no le iba a hacer concesiones, dispuesto para todo: para el arte y para el ensayo. El segundo acto se decidió por detalles. Es el lenguaje único de las finales. López estaba obligado a ganar, a revolverse, en busca del remonte. No tenía una segunda oportunidad. En medio de ese ecosistema asfixiante, el de Zumaia, cerró el joko con una dejada estupenda: 12-10, que alumbró el desempate. La final convertida en una batalla en la que el terreno se ganaba pulgada a pulgada, se encontró en el todo o nada, donde las cosas valen el doble. Hubo igualadas a 1, 2 y 3. Llegados a la zona roja, Imanol López dio con la llave para descerrajar la cerradura que contenía la corona del Individual después de que Aimar errara un pelota sin complicaciones que le hubiese dejado a un tanto del triunfo. López aprovechó su oportunidad. Su lanzamiento a los confines del frontón anuló el esfuerzo de Aimar y le condecoró con su segundo entorchado del Individual. López es el nuevo rey. - C.O.