uando Daniil Medvedev dominaba la final del Abierto de Australia por dos sets, 3-2 y 0-40, el algoritmo de la retransmisión televisiva daba a Rafa Nadal un 4% de posibilidades de ganar. Pero como un 4% es más que ninguna, a ellas se aferró el balear para mantenerse en la pelea y acabar premiado con su 21 Grand Slam. Esa capacidad de sacrificio, esa competitividad extrema y esa fortaleza mental levantaron la admiración de muchos deportistas, hombres y mujeres, porque cualquiera habría arrojado la toalla. Sin embargo, Nadal sabe que el paso del tiempo es inexorable y que debe aprovechar cualquier oportunidad, por pequeña que sea. “No podía dejar de luchar”, dijo tras la final.

Mientras su pie se lo permita, va a tratar de aumentar su palmarés, ahora que ha desempatado en esa mágica pugna con Novak Djokovic y Roger Federer. El reto de Nadal es llegar a los 22 Grand Slams, pero el futuro, personificado sobre todo en Medvedev, se les echa encima a los tres. El de Manacor comentó que el ruso y otros cogerán el relevo más pronto que tarde por pura ley de vida, “y el tenis quedará en buenas manos, aunque lo que hemos vivido estos 20 años seguramente sea irrepetible”. Nadal recordó también a esa generación de extraordinarios jugadores (Murray, Wawrinka, Berdych, Del Potro, Cilic, Ferrer, Nishikori...) que apenas pudieron recoger las migajas que ha dejado el Big Three en las grandes citas.

El siguiente objetivo de Rafa Nadal estará en Roland Garros, su terreno de caza preferido, donde cumplirá 36 años y no estará Federer, con ya 40 años y aún convaleciente, y queda la duda de si acudirá Djokovic. El serbio, que en mayo alcanzará los 35 años, dejó pasar sus oportunidades en el US Open de 2020 por ser descalificado tras dar un pelotazo a un juez, en el US Open de 2021, donde acusó la presión y cedió la final ante un supremo Medvedev y en el Abierto de Australia de 2022 por no hacer lo que han hecho millones de personas en el mundo. Nada se sabe de las intenciones y motivaciones del aún número 1 del mundo, más allá de que está inscrito para el ATP 500 de Dubai de finales de febrero. No obstante, sí parece que la lucha por la supremacía histórica en el tenis masculino va a ser cosa de Nadal y Djokovic, de cuánto puedan o quieran alargar sus carreras.

Para ello, llevan ya un tiempo dosificando sus calendarios y el propio Nadal ha avisado de que no va a jugar “20 torneos al año”. Acapulco es su próxima cita y después están en marzo los Masters 1000 de Indian Wells y Miami y parece difícil que dispute los dos para proteger su cuerpo de cara a la gira de tierra de primavera. Federer quería volver en Wimbledon, pero tras casi dos años con muy poca competición no parece que pueda alcanzar ya el nivel exigido para ganar torneos a cinco sets.

La pugna sigue abierta, con Nadal ahora al frente de forma inesperada y merecida. Si no que se lo pregunten a Medvedev, que creía tener muy cerca su segundo Grand Slam y lo vio escapar en su superficie favorita, la pista dura. De cómo reaccione a esta derrota dependerán sus posibilidades de erigirse en el líder de esta nueva generación a la que Nadal señaló. “Daniil va a ser un grande del tenis”, aseguró. Al margen de Medvedev, claramente ya el hombre a batir en los grandes, son Zverev, Tsitsipas, Rublev, Berrettini, Auger-Aliassime, Sinner, Shapovalov, todos ya en el Top 12 mundial, y también Alcaraz los que tienen en su mano erigirse en jueces de esa rivalidad histórica y estropear el deseo de John McEnroe y de muchos aficionados al tenis. “Me gustaría que el Big Three acabara igualado a títulos de Grand Slams”, ha dicho la leyenda neoyorquina. Nadal ya ha dejado claro en Australia que él no ha dicho su última palabra. Ahora les toca a Djokovic y Federer.

Experto en agonía. Nadal ha jugado las dos finales más largas del Abierto de Australia. La del domingo duró 5 horas y 24 minutos, pero en 2012 la que perdió ante Djokovic se extendió durante 5 horas y 53 minutos.

Cerca del podio. El balear logró el domingo su 90º título en la ATP. En la Era Open solo están por delante de él Jimmy Connors (109), Roger Federer (103) e Ivan Lendl (94). Djokovic tiene 86.

Acapulco. La próxima cita competitiva de Nadal será en el ATP 500 de la ciudad mexicana en la última semana de febrero, un torneo que ya ha ganado tres veces.