- Escenas cinegéticas en las que los setter, los pointer, las becadas o los faisanes ocupan un lugar preferencial entrelazados con paisajes y retratos, y cuya combinación se plasma en obras pictóricas, son algunos de los elementos principales de la actividad artística que desarrolla la pintora Iciar Mikelperizena. La artista oriunda de Bera pero radicada en Sunbilla destaca, sobre todo, que en cada una de sus creaciones “quiero contar una historia”.

Una de las facetas que ocupa gran parte de la actividad de Mikelperizena consiste en pintar retratos, en la que aborda “trabajos muy especiales porque en muchos casos son encargos de cazadores que quieren recordar o evocar algunas situaciones que por alguna razón les resultan entrañables”. La artista apunta en este sentido que en sus obras “tienen cabida tanto retratos de personas y de animales, así como de paisajes y las composiciones de cualquier tipo y la unión de esos elementos, y en la que también pueden entrar imágenes que aluden a figuras mitológicas griegas o vascas”.

Mikelperizena recibe numerosas peticiones de particulares que desean ver plasmado en un lienzo algún momento épico que han vivido en el pasado, “como el del aficionado que en una jornada de caza llegó a cazar siete becadas”. Su actividad le permite también contar una historia concreta que, para el cliente, debe responder a un motivo muy especial.

Por ello, ha recibido proposiciones muy singulares como plasmar una pelea de carneros que la persona que se lo demandaba “quería ubicar en una determinada plaza de la que únicamente disponía de una fotografía”.

Otros, en cambio, requieren de sus pinceles para elaborar una obra artística en la que desean evocar a algún perro al que tomaron gran cariño en el pasado. “Hay cazadores que tuvieron un perro al que estimaron especialmente y ahora tienen un cachorro. Como era imposible que ambos apareciesen juntos en una fotografía, a través de una recreación pictórica pueden reunir a ambos en una única obra. Además, en las obras que realizo tengo en cuenta que el cachorro va a crecer desde el momento en el que me piden el cuadro hasta que lo entrego”.

Ese tipo de recreaciones que están personalizadas para lo que demanda el cliente, constituyen un amplio abanico de posibilidades, aunque tienen en común que las figuras humanas, los animales y la naturaleza tienen un lugar preeminente. La artista reconoce que muchas son obras que responden a temáticas cinegéticas pero “lo que realmente me gusta es reflejar a los animales vivos; por ejemplo, el momento de sorpresa cuando sale una becada y el perro se gira para observarla”.

La labor que desarrolla Mikelperizena desde su época escolar, cuando ganó varios concursos de pintura y dibujo, recibió un nuevo impulso cuando un percance le llevó a centrarse en la pintura, y descubrió nuevas habilidades. “En realidad fue una terapia, porque tras un accidente me amputaron varios dedos de la mano derecha y, tras estar sin poder utilizar esa mano durante muchísimos meses, tuve que aprender a dibujar y a pintar con la mano izquierda”, recuerda.

Pero lo que fue un gran problema en un momento determinado se convirtió “en una gran suerte” porque le permitió adquirir nuevas habilidades, “A base de esforzarme y de trabajarlo, ahora soy capaz de pintar con las dos manos, ya que también pude volver a hacer uso de esa mano que creía que no iba poder volver a usar”.

Mikerperizena fue una de las artistas seleccionadas para tomar parte en la muestra organizada por REDR-Red Española de Desarrollo Rural con motivo del Día Internacional de las Mujeres Rurales 2019, que reunió 32 vivencias de mujeres cuyo proyecto vital se encuentra en el medio rural.

Ahora, con el fin de las restricciones provocadas por el covid-19, que han generado una reducción en su actividad como docente, la artista está retomando las clases presenciales de pintura, así como su faceta como presentadora televisiva porque, subraya, que “ante la adversidad hay que reinventarse”.