- Después de largos meses de espera, la media veda que comenzará a mediados de agosto se presenta prometedora e ilusionante, aunque veteranos cazadores como el presidente de la Federación de Caza de Castilla y León, Santiago Iturmendi, advierten sobre las peculiaridades de la codorniz (Coturnix coturnix), la estrella indiscutible de la campaña.

Esta preciada ave migratoria, que es de gran estima para los cazadores, se caracteriza por su naturaleza sorprendente ya que “se mueve por distintos motivos y diferentes parámetros que en gran parte de los casos están causados por la climatología, el ciclo de las cosechas y otra serie de factores”, apunta Iturmendi. Con base en ese argumento, las previsiones más optimistas realizadas en función de las observaciones de semanas precedentes, pueden girar de manera brusca y repentina y hacer que las poblaciones se desplacen a otras zonas.

Con la esperanza de que ese tipo de situaciones no se produzcan, los aficionados cuentan con datos que auguran buenas perchas en todos los territorios hasta los que se desplazarán los cazadores de Euskal Herria. Tanto en Castilla y León, como en La Rioja, Araba, Nafarroa o Aragón, las previsiones apuntan “a un considerable incremento de poblaciones, lo que contradice de manera evidente a asociaciones como Seo BirdLife, que mienten al señalar que existe un descenso de codornices”, subraya Iturmendi.

De hecho, el trabajo realizado por un importante número de anilladores implicados en el Proyecto Coturmix que ha sido financiado por Mutuasport, apunta que esta especie mantiene un buen nivel de abundancia en España, con una estimación de 3,2 millones de ejemplares.

Tras los resultados obtenidos en este proyecto que cumple su primer año, el inicio de la media veda permitirá afrontar el inicio de su segunda edición, con la pretensión de superar los resultados del pasado año, en el que se recogieron más de 10.000 muestras biológicas de codorniz, facilitadas por los más de 3.000 cazadores de todo el país que contribuyeron con la iniciativa de forma activa.

Iturmendi apunta también que los datos aportados por diferentes anilladores han permitido constatar que, al sur de Lerma, en la provincia de Burgos, “han sido anilladas el doble de codornices que en las mismas épocas de años anteriores, y eso a pesar de que las cosechas están un poco adelantadas”.

Aunque el aire de los últimos días es perjudicial porque reseca el terreno, el presidente de los cazadores de Castilla y León se muestra esperanzado y recuerda que “en Burgos se capturan la mitad de las codornices que se abaten en Castilla y León, comunidad en la que se cazan la mitad de las que se obtienen en toda España”, según subraya Iturmendi.

Los buenos datos constatados en esa comunidad se repiten en otras zonas cinegéticas de la mitad norte peninsular. Tanto el presidente de la Federación Navarra de Caza, José Ángel Remírez, como el aficionado arabarra Miguel Ángel Romero, se suman a la ilusión mostrada por Iturmendi.

Aunque los campos ya habrán sido cosechados en la Comunidad foral para cuando arranque la media veda, Remírez confía en que las precipitaciones mantengan en las zonas cinegéticas del territorio a los numerosos ejemplares detectados. “Si no llueve optarán por desplazarse hasta zonas húmedas o ir hacia el norte, donde además también tendrán alimento”, aunque las perspectivas apuntan en buena dirección.

La excepción en esa comunidad podría darse en la zona de la Ribera, donde el exceso de agua precipitada por las tormentas de hace unas semanas ha tenido incidencia en los campos y, en consecuencia, “habrá obligado a desplazarse a la gran cantidad de codornices que había en la zona”, apunta Romero, quien extiende esa problemática hacia zonas de La Rioja afectadas también por ese tipo de fenómenos meteorológicos. A pesar de ello, confía en que con el cese de las tormentas se produzca el regreso a esos lugares en los que se ha comprobado la presencia de una importante cantidad de ejemplares.

Donde Romero ha detectado abundantes poblaciones es en los campos de Araba y también en los de Aragón, “tal vez porque la campaña de recogida del cereal está algo más retrasada”.

Aunque la homogeneidad respecto al número ejemplares se mantiene en los diferentes territorios, las jornadas en las que se puede practicar la caza varía de unos a otros, y aunque los sábados, domingos y festivos son comunes en la mayoría de ellos conviene consultar los correspondientes a los días laborables. Algo similar sucede con el número de capturas autorizadas en cada territorio, que pueden oscilar desde las 25 codornices por cazador y jornada permitidas en Castilla y León hasta la decena que se permite en Nafarroa.

Remírez además, anima a todos los cazadores a “implicarse con el estudio que está desarrollando el Proyecto Coturmix, ya que esos datos resultan de gran importancia para conocer de forma real las poblaciones existentes” y poder así contrarrestar a quienes apuntan que se está produciendo un descenso del número de ejemplares.