- El ministro de deportes italiano, Vicenzo Spadafora, reconoció ayer que está muy preocupado por la situación que se ha creado tras los catorce positivos de coronavirus en el Génova, aunque señaló que por el momento no se prevé detener el campeonato. Sin embargo, el viceministro de Sanidad, Pierpaolo Sileri, sí contempla esta opción, sobre todo si hay casos en el Nápoles, el rival que arrolló al Génova (6-0) la pasada jornada.

El ministro adelantó que hablará con el presidente de la serie A, Paolo Dal Pino, y el presidente de la Federación Italiana de Fútbol, Grabiele Gravina, para analizar la situación y ver qué medidas se toman.

De momento, la primera solución será el aplazamiento del partido entre los rossoblú y el Torino, programado para el próximo sábado, aunque, según el Corriere della Sera, se estaría estudiando una pausa de catorce días para todo el campeonato, aprovechando el parón de selecciones para reorganizar el protocolo.

Pierpaolo Sileri explicó que "los abrazos y las celebraciones en el terreno de juego deberían estar prohibidos. Hay que mantener la distancia. Si de un positivo en el equipo se pasa a catorce significa que el virus ha circulado, que no se ha mantenido la distancia". Sin embargo, Sileri afirmó que si se registran más casos en el Nápoles, rival del Génova en la última jornada del campeonato, entonces se tendría que plantear la suspensión de la competición durante siete días.

En el Nápoles preocupa la situación. En los minutos finales del partido ante el Génova hubo una tangana entre varios jugadores, sobre todo sobre un desafiante cara a cara entre Masiello y Osimhen, y ahora en el club partenopeo aguardan los resultados de los nuevos test, que pueden determinar si juegan o no el próximo partido, ante la Juventus. Ayer los futbolistas se sometieron a la primera ronda, cuyos resultados llegarán hoy, pero hay que esperar la segunda, el viernes, para salir de dudas.

El Génova informó el pasado lunes de que hasta catorce miembros del equipo y del personal del club han dado positivo por coronavirus en las pruebas a las que fueron sometidos.

En un principio, los jugadores Mattia Perin y Lasse Schone dieron positivo el fin de semana. El primero, el sábado, mientras que el segundo lo hizo el domingo. Ninguno pudo ser citado para el encuentro ante el Nápoles y el lunes se añadieron otros doce casos en el club entre miembros del equipo y del personal.

El virólogo Andrea Crisanti recomendó que tanto el Génova como el Nápoles se pongan inmediatamente en cuarentena.