- El coronavirus no perdona, ni siquiera al tenis, que parecía uno de los deportes más proclives a reiniciar la actividad, aunque a nivel profesional está siendo uno de los más perjudicados y no solo por las ocurrencias de Novak Djokovic. Ayer la Federación Internacional decidió cancelar las fases finales de este año de la Copa Federación y la Copa Davis, que debían decidirse en abril en Budapest y en noviembre en Madrid, respectivamente. En el caso del torneo femenino, que nunca en la historia había sido cancelado, ha sido imposible reubicarlo en el calendario. En el caso del masculino, aún debían celebrarse las eliminatorias de clasificación y el hecho de que el evento se celebre bajo techo, donde el riesgo de contagio es mayor y no resulta viable una ocupación de aforo reducida, ha sido determinante para que no se decrete un campeón en 2020, algo que no ocurría desde 1945.

“No sabemos cómo evolucionará la situación en cada uno de los países clasificados ni qué tipo de restricciones habrá en España, por tanto es imposible predecir la situación que tendremos en noviembre y garantizar la seguridad de quienes viajan a Madrid”, indicó Gerard Piqué, presidente de Kosmos, la empresa que organiza la Copa Davis junto a la ITF. En todo caso, el jugador del Barça aclaró que este aplazamiento “no afecta a nuestros planes a largo plazo con la Copa Davis y seguiremos trabajando junto a la ITF como hasta ahora para hacer un gran torneo en 2021, cuando todo sea seguro”.

El regreso del tenis profesional, al margen de algunas exhibiciones que ya se están celebrando, está previsto para agosto.