- "Nada más aterrizar de Zadar nos sometimos a controles de salud. Tanto Jelena como yo somos positivos en COVID-19, pero no nuestros hijos. Todo lo que hicimos en el último mes fue con el corazón puro y las más sinceras intenciones. El torneo pretendía convertirse en un símbolo para de unidad para la región de los Balcanes. Desafortunadamente el virus seguía ahí, debemos aprender a convivir con esta nueva situación. Siento el daño que causamos con los positivos". Era la crónica de un contagio anunciado. Los presagios se cumplieron punto por punto hasta alumbrar el positivo por coronavirus de Novak Djokovic después de que el serbio se saltara todos los protocolos sanitarios y de distanciamiento social en el Adria Tour.

El número 1 del mundo, una celebridad en su país, no rehuyó los abrazos ni el contacto físico en un evento con las gradas repletas, donde era notoria la ausencia de mascarillas y de gel hidroalcohólico. Por si esto no fuera suficiente, Djokovic, ajeno a la pandemia, disputó pachangas de baloncesto con otros tenistas y celebró una fiesta que compartió con otros jugadores donde no se cumplieron ninguna de las medidas anti COVID necesarias para esquivar el patógeno. Como resultado de una conducta infantil y temeraria, él y su mujer dieron positivo por COVID-19.

El del astro serbio fue el último caso conocido que se suma a la lista de tenistas que corrieron la misma suerte tras participar en el Adria Tour. Grigor Dimitrov fue el primero de los jugadores que reconoció el positivo por coronavirus el pasado domingo. Dimitrov jugó con fiebre, uno de los síntomas del COVID-19, su último partido. Tras el contagio del búlgaro se han ido sucediendo los de Borna Coric, Viktor Troicki y ahora, el de Djokovic. El resto de los positivos pertenecen al equipo de Dimitrov y el serbio, así como a la mujer de Troicki. La gira tenística que se presumía benéfica solo ha repartido contagios.

En su primera escala en Belgrado (Serbia), entre el 13 y 14 de junio, 4.000 personas atestaron las gradas del recinto sin medidas sanitarias. Siguiendo con el disparate, Djokovic y Dimitrov compartieron junto a Zverev y Thiem baile y fiesta en una discoteca incumpliendo las medidas de seguridad básicas. La tournée de la irresponsabilidad continuó por los mismos derroteros, haciendo caso omiso a las medidas anti COVID.

En Zadar (Croacia) varios de los tenistas participantes, entre ellos Grigor Dimitrov y Borna Coric, decidieron darse un baño de masas en una plaza. No contento con semejante acción, el tenista búlgaro jugó con fiebre, a pesar de que hacía días que se sentía mal. Fue el primer contagio de una gira insensata.

Las críticas del mundo del tenis han arreciado contra la conducta de Djokovic y el resto de tenistas que participaron en tamaño despropósito. Kyrgios, que ya cargó contra Djokovic antes de que se conociera su positivo, escribió en las redes sociales. "Oraciones para todos los jugadores que han contraído el COVID-19. No me digas nada por lo que he hecho que haya sido irresponsable o clasificado como estupidez. Esto es el colmo (o se lleva la palma)". El serbio es el presidente del sindicato de jugadores de la ATP y sus actos han golpeado duramente al corazón del tenis, que aún no ha regresado a la competición. Mitchell Krueger cargó con dureza contra Djokovic con un mensaje de lo más irónico: "Liderazgo estelar". "El Adria Tour fue un show del horror", lanzó Bruno Soares. El tenis tiene previsto reanudar la actividad el próximo 14 de agosto con el Open 500 de Washington si se dan las condiciones necesarias.