Donostia - La ACT continúa con su hoja de ruta para poder realizar sus competiciones en las mejores condiciones posibles, tanto sanitarias como deportivas, y ayer tuvo una larga asamblea en la que se trataron diferentes puntos de cara al inicio de las próximas temporadas de la Eusko Label Liga y la Liga Euskotren. La asociación puso especial énfasis en el día en el que los remeros puedan reunirse en grupo y sacar la trainera al agua. Si los plazos se cumplen y los equipos pueden juntarse en grupos de catorce personas antes del 8 de junio, las competiciones arrancarán el 4 de julio en A Coruña, una semana más tarde de lo previsto inicialmente, y en caso de que haya algún retraso, la siguiente cita que se baraja para dar el pistoletazo de salida es el 11 de julio en Donostia. El calendario más optimista contempla que habrá 18 regatas en la competición masculina y doce en la femenina.

“Nos gustaría poner el foco en las fases en las que nos darían el visto bueno para poder practicar nuestro deporte en los entrenamientos, y no tanto en cuándo comienza la competición. Lo que hemos hecho es dejar definido el tablero y las normas de juego en cuándo y dónde se va a competir para cuándo sea posible echar a andar nuestro producto”, declaró Borja Rodrigo, presidente de la ACT. La asociación apuesta así por asegurar un periodo de adaptación suficiente para que los remeros puedan prepararse y no quiere tener prisas a la hora de dar los pasos necesarios para afrontar esta situación excepcional.

En el calendario de la ACT quedan guardados tres fines de semana sin jornada debido a la posible celebración de otras competiciones ajenas a las ligas. El primer fin de semana de agosto queda reservado para el Campeonato de España y los dos primeros domingos de septiembre para la Bandera de La Concha. En caso de que el Estatal no se celebre y las ligas no puedan comenzar el 4 de julio, la asociación tiene en cuenta la posibilidad de trasladar la Bandera de A Coruña alguna de esas fechas.

La ACT pretende que la Eusko Label Liga cuente con 18 regatas y deben disputarse doce de las 16 primeras para que la liga regular se dé cómo válida y pueda haber ascensos y descensos. Mientras que en la Liga Euskotren se deberían disputar ocho de las doce regatas que hay en el calendario. La normativa de las competiciones no sufre “ningún tipo de alteración”, tal y como apuntó Rodrigo. Entre las propuestas hechas por los clubes estaba la posibilidad de que nadie perdiera la categoría este curso, pero en la asamblea quedó decidido que no habría ningún cambio en ese aspecto ni en el resto de la normativa. “Si vamos a bajar al agua con las normalidades necesarias, no compete ahora trastocar los capítulos que puedan alterar la competición”, apuntó el presidente de la asociación.

Otro de los puntos que se trataron ayer fue el protocolo sanitario para la celebración de las competiciones. Durante estos días los remeros se están sometiendo a test serológicos y volverán a realizarse estas pruebas los días previos al inicio de las ligas. No se descarta que la ACT realice nuevos test en el transcurso del verano, pero eso dependerá de la situación que se viva en ese momento. Asimismo, los médicos de cada club estarán muy presentes en el control de la enfermedad y deberán evaluar constantemente a sus respectivas plantillas. Este protocolo sanitario también se traslada a la organización de las regatas, que no contarán con fan zone y los organizadores trabajarán con las autoridades locales para evitar aglomeraciones.