Atlético Oblak; Vrsaljko, Savic, Giménez o Felipe, Reinildo, Lodi; Llorente, Herrera, Lemar o Kondogbia; Correa y Joao Félix.

Manchester United De Gea; Shaw, Maguire, Varane, Dalot; Fred, McTominay, Pogba; Fernandes, Cristiano y Sancho.

ÁrbitroOvidiu Haegan (Rumanía).

Hora/tv21.00/ Movistar Liga de Campeones.

- Nadie ha marcado más goles al Atlético de Madrid de Diego Simeone que Cristiano Ronaldo, una pesadilla recurrente en la Liga de Campeones para el equipo rojiblanco y el entrenador argentino, que afrontan esta noche una prueba de fuego de consecuencias imprevisibles contra él y el Manchester United, con la presión que genera un curso al borde del fiasco, con el debate abierto en torno a la figura y el futuro del técnico más ganador de su historia y con unas dudas aún incesantes, como también le surgen a su adversario.

Ni Lionel Messi (14 goles al conjunto del Cholo), ni Neymar (6), ni Luis Suárez cuando jugaba en contra (8), ni Karim Bemzema (5), ni ninguno de los goleadores frente al Atlético a lo largo de toda esta década han sido tan dañinos como Cristiano Ronaldo, con 21 goles en sus enfrentamientos contra Simeone, como jugador de Real Madrid y Juventus, y protagonista de sonoros batacazos del Atlético, más aún en la Liga de Campeones.

La última vez que llegó a semifinales, hace un lustro, en la temporada 2016-17, la eliminación fue obra de Cristiano, con tres goles en el Santiago Bernabéu en el choque de ida. La final de un año antes, en la campaña 2015-16, la perdió con el penalti final marcado por el astro portugués. Y el adiós ruidoso del ejercicio 2018-19 en octavos frente a la Juventus también llevó su firma en cada una de las tres dianas que desbordaron al Atlético en una competición que todavía es esquiva para el grupo de Simeone, tan cerca hace un lustro y tan lejos ahora de superar tal anhelo.

Es el torneo que más desvelos, pero también más ambición, provoca en el conjunto rojiblanco, que evidencia su peor momento de toda la década del técnico al frente del equipo, porque su defensa no se parece en nada a la que fue, porque su juego no trasmite más que inquietudes, porque se mueve en la indefinición sobre qué quiere y cómo se plantea lograrlo. Contra el Manchester United tiene la oportunidad de resolver estas dudas o, quién sabe, de generar otras nuevas.