OPORTO Diogo Costa; Joao Mario (Fabio Vieira, m. 81), Mbemba, Pepe, Zaidu (Wendell, m. 62); Otavio (Sergio Oliveira, m. 81), Vitinha, Grujic (Tecatito Corona, m. 81), Luis Díaz; Evanilson y Mehdi Taremi (Toni Martínez, m. 81).

ATLÉTICO DE MADRID Oblak; Llorente, Vrsaljko, Kondogbia, Hermoso, Carrasco; Lemar (Correa, m. 65), Koke, De Paul; Griezmann y Luis Suárez (Cunha, m. 13 (Lodi, m. 83).

Goles 0-1, m. 56: Griezmann. 0-2, m. 90: Correa. 0-3, m. 92: De Paul. 1-3, m. 95: Sergio Oliveira, de penalti.

Árbitro Clement Turpin (Francia). Expulsó a Carrasco, por el Atlético de Madrid (m. 67), por una agresión a Otavio, y a Wendell, por el Oporto, por una acción sobre Cunha (m. 70). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Taremi (m. 31), Pepe (m. 68) y Otavio (m. 68) y al visitante Correa (m. 66).

Estadio Do Dragao; unos 40.000 espectadores.

- Sostenido de forma determinante por Jan Oblak, reivindicado con una actuación estelar, y lanzado por un gol de Antoine Griezmann en el minuto 55, después de resistir la presión y el desborde del Oporto, el Atlético de Madrid resurgió en la Liga de Campeones con una victoria indispensable, sentenciada en dos contragolpes en la prolongación por Ángel Correa y Rodrigo de Paul, que lo catapultó a los octavos de final del torneo.

No falló el equipo de Diego Simeone, entre la crítica, entre las dudas, entre la incertidumbre, entre la desconfianza de sus últimos encuentros, dentro de la pesadilla que últimamente es la Liga de Campeones para el conjunto rojiblanco, que se despertó de ella de golpe, para demostrar su carácter, para reencontrar la contundencia en las dos áreas, el argumento más irrebatible sea cual sea el escenario y el adversario, y para sobrevivir en una competición en la que surcó el precipicio muchas veces, varias este mismo martes.

No disponía Diego Simeone ni de Savic ni de Giménez ni de Felipe ni de Trippier, tres de sus cuatro centrales y el lateral derecho titular. Y a los trece minutos perdió por lesión a su mejor goleador, a su futbolista de más jerarquía, al mejor de todos cuando delante está la portería contraria: Luis Suárez. El reemplazo fue Matheus Cunha. No Joao Félix, que no disputó ningún minuto.

Superando los inconvenientes y tras una primera parte de toma y daca, el Atlético resurgió contundente en su ataque para golpear con el 0-1. Casi a la vez, Origi anotó el 1-2 en Milan para el Liverpool. Estaba dentro de octavos el Atlético, que marcó y renació, también en el juego, también en el contragolpe, anotando dos nuevos goles, asegurándose el pase a las eliminatorias directas y celebrando también los 12,4 millones de euros de ingresos adicionales.