ITALIA Donnarumma; Di Lorenzo, Bonucci, Chiellini (Acerbi, min.24), Spinazzola; Barella (Cristante, min.87), Jorginho, Locatelli (Pessina, min.86); Berardi (Tolói, min.69), Immobile e Insigne (Chiesa, min.69).

SUIZA Sommer; Elvedi, Schär (Zuber, min.58), Akanji; Mbabu (Widmer, min.58), Xhaka, Freuler (Sow, min.84), Rodríguez; Shaqiri (Vargas, min.76); Embolo y Seferovic (Gavranovic, min.46).

Goles 1-0 min.26, Locatelli. 2-0 min.52, Locatelli.

3-0 min.89, Immobile.

Árbitro Sergei Karasev (RUS). Amonestó con tarjeta amarilla a Gavranovic (min.49) y Embolo (min.79).

Estadio Olímpico de Roma. 16.000 espectadores

- La selección de Italia se clasificó ayer para los octavos de final de la Eurocopa 2020 al lograr su segundo triunfo en la fase de grupos, en otros tantos partidos, al superar a Suiza (3-0) con un doblete de Manuel Locatelli y otro tanto de Ciro Immobile, en un encuentro disputado en el Olímpico de Roma.

La Azzurra acumula 29 partidos sin perder y sigue asustando a sus rivales con un fútbol sobresaliente. Ayer, al calor de su público por segundo partido consecutivo, el equipo de Roberto Mancini demostró hambre de gol y nunca dejó de buscar ampliar su ventaja en el marcador. Fue un nuevo ejemplo de solidaridad colectiva.

Con otra prestación excelente, con un juego atractivo y una defensa impermeable, Italia selló su décima victoria consecutiva, todas sin recibir gol alguno, y prolongó su momento dulce.

A falta de una jornada para el final del grupo A, el seleccionado azzurro, campeón de Europa en 1968 y cuatro veces campeón del mundo, es líder con seis puntos, dos más de Gales y cinco más que Suiza, mientras que Turquía cierra el grupo con cero puntos.

Los 16.000 espectadores presentes en el Olímpico, muchos de ellos suizos, asistieron a un nuevo monólogo de Italia, fiel a su nuevo estilo con la circulación del balón como clave. Un equipo sólido, brillante, que sueña en grande y que recibió una sentida ovación de su hinchada como premio para otra gran noche.

Guiado por la técnica de Leonardo Bonucci, uno de los mejores defensas de Europa en la salida del balón, de Jorge Frello Jorginho, el cerebro del Chelsea campeón de Europa, y por la velocidad de Domenico Berardi y Leonardo Spinazzola, Italia se adueñó del balón y anuló por completo el plan táctico de Suiza, que salió al campo del Olímpico decidida a presionar arriba.

Los azzurri encerraron a Suiza en su área y empujaron hasta derrumbar el muro. Saborearon la ventaja en el minuto 19 con Giorgio Chiellini, cuya diana fue anulada tras revisión del VAR por un toque con una mano, y poco después consiguieron el premio.

Pese a la sustitución obligada de Chiellini, quien se retiró poco después de la diana anulada por un problema físico, Italia rompió la igualdad con una excelente triangulación entre Locatelli y Berardi.

Locatelli abrió el balón con un brillante pase a Berardi para liberarle en la banda derecha y recorrió rápidamente cuarenta metros de campo para cerrar el triángulo con un cómodo remate a placer tras el centro raso de su compañero.

Fue el gol que quitó presión de encima a una Italia que perdonó al menos dos buenas oportunidades para ampliar distancias antes del descanso, primero con Spinazzola y luego con Immobile.

Suiza seguía con vida y regresó tras el descanso con agresividad, en el intento de romper la barrera defensiva italiana, pero sus intentos no tuvieron éxito y fueron castigados a los cinco minutos de nuevo por Locatelli.

El centrocampista del Sassuolo controló el balón en la frontal del área y firmó un zurdazo cruzado que fulminó a Yann Sommer y que desató la euforia de los aficionados de Roma.

Fue un golpe psicológico que dejó tocada a Suiza e Italia siguió creando un enorme volumen de juego y oportunidades para hacer más abultado el marcador.

Tras unas ocasiones perdonadas por Immobile y Chiesa, quien saltó al campo en los últimos veinte minutos en sustitución de Insigne, los azzurri pusieron la guinda a su partido con el definitivo 3-0.