- La Federación de Fútbol Italiana (FIGC) aprobó ayer tras la reunión del Consejo Federal, un cambio en su código de reglas que impide a los clubes participar en organizaciones no reconocidas por la FIFA, la UEFA y la propia FIGC, para evitar el peligro de lanzamientos de proyectos como el de la Superliga europea.

"Para inscribirse en el campeonato nacional, el club se compromete a no participar en competiciones organizadas por asociaciones privadas no reconocidas por la FIFA, la UEFA y la FIGC", es la nueva regla aprobada por el Consejo Federal, oficializada por el organismo que gestiona el fútbol italiano tras su reunión telemática de ayer.

"La participación en estas competiciones privadas no reconocidas provocará el cierre de la afiliación", agrega la nueva versión del artículo 16 de las denominadas Normas Organizativas Internas Federales (NOIF).

Poco después, el presidente de la FIGC, Gabriele Gravina. informó de que el próximo 21 de junio es la fecha límite para que los clubes italianos interesados en la Serie A salgan del proyecto Superliga.

"Quienes quieran participar en una competición no autorizada por la FIGC, la UEFA y la FIFA perderán su afiliación a la Federación italiana. En este momento no sabemos quién sigue dentro de la Superliga, pero está claro que si el 21 de junio alguien quiere participar en competiciones privadas, no participará en la Serie A", aseguró Gravina.

Esta medida planea tutelar a la FIGC después de las grandes polémicas de la semana pasada, cuando doce de los clubes más importantes de Europa, entre ellos la Juventus de Turín, el Milan y el Inter de Milán, lanzaron el proyecto de la Superliga europea, una competición privada no reconocida por FIFA, UEFA ni FIGC.

Dicho proyecto ha sido, al menos momentáneamente, abandonado después de que, menos de tres días después de su lanzamiento, nueve clubes anunciaron su renuncia, al ver las reacciones muy negativas del mundo deportivo y político. En Italia, Inter y Milan anunciaron su intención de abandonar, mientras que la Juventus todavía no ha confirmado oficialmente esa voluntad.

Gravina advirtió del peligro de que pueda producirse un nuevo intento de apostar por la Superliga. "Quien haya interpretado la Superliga como un acto de debilidad por parte de algunos clubes que atraviesan un período de dificultad económica y una rebelión en el sistema futbolístico se equivoca. Es un tema delicado", explicó.

Por último, abrió la puerta a una reforma de los campeonatos italianos. "El formato debe tener en cuenta la reducción de equipos. Mi idea de play-off y play-out no es un misterio, ahora que la Premier League también lo está pensando, se ha puesto de moda. Nadie es profeta en su tierra, pero espero que sirva de estímulo", finalizó.