- “¿Si me siento señalado por esas declaraciones? En absoluto. Todos en un momento determinado decimos cosas que a veces se interpretan mal... Son situaciones que se viven cotidianamente en momentos importantes como los que estamos, viviendo de frustración, pero no le doy importancia”. Así se despachó Quique Setién, el entrenador del Barça, en respuesta a las declaraciones de Leo Messi tras la derrota del pasado jueves ante Osasuna, que apuntaban directamente al entrenador cántabro y que motivó al día siguiente una llamada a capítulo del propio Josep Maria Bartomeu, el presidente del club.

El Alavés-Barcelona es el partido más intrascendente de la última jornada, pero ha tomado cuerpo por todo lo que orbita a su alrededor. Una crisis tan evidente como inexistente para el técnico santanderino, que ayer compareció ante los periodistas con el discurso preparado. “Quiero extraer un mensaje positivo. Estamos absolutamente concienciados en que queremos llegar a la final (de la Champions) y ganarla. Todos necesitamos un descanso, limpiar nuestra mente, transformarnos y convertirnos en el equipo que hemos sido siempre. Hay que pensar en lo que nos espera”, dijo Setién.

El técnico blaugrana remarcó que bajo su etapa también hubo cosas positivas y que tiene el respaldo de Bartomeu. “La inquietud por mejorar está ahí, es evidente, tratamos de buscar soluciones y que las cosas cambien. Y de eso constó la reunión: tratar de preparar el futuro, de centrarnos en la Champions, de aunar esfuerzos y de asumir la responsabilidad que tenemos cada uno por no haber ganado el campeonato”, insistió.

Una plaza para completar el triplete de descendidos y dos puestos para la Europa League es lo que resta por definir en la jornada que cierra hoy el campeonato, donde la motivación puede ser un factor muy importante y definitorio. Con el título en el zurrón, el Real Madrid se despide en Butarque frente al Leganés, que aún sueña con la salvación tras vencer el pasado jueves en San Mamés al Athletic. Para ello necesita ganar al campeón liguero, y aun así no tendría garantías de quedarse en Primera si el Celta hace lo mismo ante el descendido Espanyol.

Por si acaso, Zinedine Zidane quiso zanjar ayer cualquier suspicacia con respecto al equipo del sur de Madrid. “Falta un partido y debemos respetar el campeonato. Es el último y los demás equipos merecen respeto”, dijo.

El Leganés nunca ha ganado al Real Madrid en Liga y Benzema jugará titular con el objetivo de arrebatarle el Pichichi a Messi. Y para ello necesitará meter al menos dos goles.