- El Sevilla y el Betis han solicitado a sus respectivas aficiones por diferentes conductos que eviten concentraciones el próximo jueves en distintas zonas de la ciudad, con motivo del derbi hispalense que se disputará en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, con el que se reanuda LaLiga Santander. Hay temor fundado a que la pasión que levanta este partido en la ciudad y tantos días sin fútbol desborde el sentido común.

"El partido del COVID-19 lo ganamos entre todos. Por favor, continuemos siendo responsables y actuemos cumpliendo todas las medidas de prevención", resaltó ayer el Betis a través de su cuenta de Twitter oficial. El club verdiblanco añade: "El jueves, quédate en casa y no vayas al hotel de concentración a despedir a nuestros jugadores. Evitemos las aglomeraciones".

El colectivo de peñas béticas también ha difundido un comunicado en el que pide que no se produzcan concentraciones de aficionados, con lo que quieren seguir las instrucciones del propio club y de la Policía.

"Desde el Departamento de Seguridad del Club y requerido por la Policía, nos han solicitado que hagamos extensivo al colectivo de Peñas Béticas y aficionados béticos en general, el que se evite fomentar concentraciones de aficionados para despedir, recibir o acompañar al autobús del Real Betis Balompié en el hotel de concentración o en el estadio para el próximo derbi", señala el escrito. Las peñas añaden que ello está motivado por "el alto riesgo de contagio masivo por coronavirus COVID-19 que podría conllevar una concentración de aficionados de esta magnitud".

"Hagámoslo bien, este derbi lo jugamos desde casa, anima por redes sociales y vivámoslo a través de la televisión o la radio y lo que sí debemos hacer es teñir las calles de verde, colocando la bandera del Real Betis bien visible en tu balcón o ventana", destaca el comunicado.

El presidente del Sevilla, José Castro, pidió "prudencia" la pasada semana y consideró "muy precipitado" que en las jornadas más próximas pueda haber público en los estadios, aunque "ojalá sea posible cuanto antes", dijo.

El mandatario sevillista recalcó que la ciudad "más futbolera de España" debe de estar "a la altura de las circunstancias", por lo que solicitó que en la actual situación no haya concentraciones masivas. "Es algo que nos preocupa y nos ocupa", añadió, al club y a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que son los que tienen la competencia, aunque deseó que "todo vaya por cauces normales".

El entrenador del Sevilla, Julen Lopetegui, también se referirió a este asunto y destacó que se deben "cumplir todos las normas" y que cree que "así se hará".

El Sevilla-Betis será un partido a puerta cerrada que tuvo un precedente en 2007, cuando se jugó sin público en Getafe 33 minutos de una eliminatoria de la Copa. Hace trece años se reanudó en el estadio madrileño, a partir del minuto 57, la vuelta de los cuartos de final de la Copa tras suspenderse ese partido en el Benito Villamarín por un botellazo que impactó en la cabeza del entonces entrenador sevillista, Juande Ramos. El Betis fue sancionado con tres partidos de cierre del Benito Villamarín, entonces denominado Manuel Ruiz de Lopera. La reanudación terminó sin goles y valió el gol de Kanouté anotado antes de que el árbitro, Undiano Mallenco, lo suspendiera. El Sevilla ganó la Copa ganando en la final al Getafe (1-0).