aixo afición txuri-urdin! Jugué dos temporadas en vuestro club. Durante la primera tuve un protagonismo importante, pero no se cumplieron los objetivos colectivos. En la segunda, mientras, sucedió justo al revés. No conté en exceso para el míster, y la cosa a nivel grupal fue como la seda. Menuda presentación, ¿verdad? Parece que estoy tirando piedras contra mi propio tejado. Pero no es así. Me muestro tan franco porque, en realidad, creo que supisteis apreciar mi calidad futbolística. Y porque me recordáis con cariño visto lo visto durante aquellos dos años.

Fui discreto. Traté de comportarme con profesionalidad. Y cuando me tocó jugar creo que ofrecí un nivel acorde a las circunstancias. No he vuelto a encontrarme con vosotros. Quizás suceda en un futuro. Ahora soy entrenador. Si se diera el caso y me tocara sentarme en el banquillo de Anoeta, posiblemente en el visitante, creo que me recibiríais bien. Por mucho que participara también, como rival, en aquel partido que forma parte de la cara más negra de vuestra historia. Mi compañero de fatigas, internacional argelino, ponía el músculo y el trabajo. Yo, el toque y la clase. Formábamos una buena pareja. Y, dentro de la mala temporada que completó nuestro equipo, pudimos los dos dar importantes pasos adelante en nuestras respectivas trayectorias, aquel mismo verano.

Como os decía al principio, mi primera campaña como txuri-urdin la saldé con una amplia participación. Jugué un total de 25 partidos. Coincidisteis todos en que el equipo acostumbraba a mejorar conmigo sobre el campo. Y marqué incluso tres goles, inaugurando la cuenta el día de mi debut con la Real. Pocos pueden presumir de ello. Al verano siguiente, arranqué la pretemporada llamado a ser titular. Pero una inoportuna lesión me hizo perderme varios amistosos, y un compañero lo aprovechó para adelantarme en la lista de prioridades del míster. Él mismo, el entrenador, lo ha confesado así en repetidas ocasiones. En aquella Liga solo fui titular en seis ocasiones. Y, pese a que contribuí así a un importante éxito, dejé el club al terminar el curso para poner rumbo a un club en el que ahora ejerzo de técnico. La crisis sanitaria nos pilló lanzados. A ver si podemos rematar lo que teníamos bien encarrilado.