- Jordi Moix (vicepresidente económico y patrimonial), Pau Vilanova (vicepresidente institucional), Oriol Tomàs (vicepresidente del área comercial), Marta Plana (secretaria de la junta directiva) y David Bellver (tesorero) serán las nuevas caras de la junta directiva de Josep Maria Bartomeu en el Barcelona, sumido en plena crisis institucional. La junta, a petición del mandatario culé, nombró ayer a los sustitutos de los seis directivos que abandonaron en bloque hace cuatro días en una reunión que se celebró de forma telemática. Además, Javier Bordas será el encargado del primer equipo de fútbol y Xavier Vilajoana estará inmerso en el Barça B, juvenil, fútbol formativo y fútbol femenino.

En el comunicado que hizo público ayer el conjunto, la entidad anunció que tomará medidas penales contra Emili Rousaud, exvicepresidente institucional, por las acusaciones vertidas "en varios medios". "La junta directiva niega categóricamente cualquier acción susceptible de ser calificada de corrupción y, en consecuencia, ha acordado interponer la correspondiente acción penal", relatan en la nota.

Se viven tiempos convulsos en el Barcelona, que está animando el cotarro de una actualidad futbolística congelada por la pandemia del coronavirus COVID-19. Las aguas revueltas blaugranas están salpicando la Semana Santa con perpetuos problemas institucionales en una situación de crisis económica y sanitaria global. El último episodio fue la espantada de seis directivos de su junta hace cuatro días, restañado ayer.

La entidad dirigida por un criticado Josep Maria Bartomeu está inmersa en un bucle de conflictos desde que se destapó el llamado Barçagate por Radio Barcelona en febrero. Entonces, las evidencias sacaron a la luz que el club catalán había pagado con precios fuera de mercado a la empresa I3 Ventures para realizara una función doble: reforzar la imagen del presidente en los medios y sacudir a los críticos con su gestión, ya fueran jugadores en activo, exjugadores, extécnicos... La primera reacción de la ejecutiva barcelonista fue negarlo. Así, una auditoría encargada a Price Waterhouse Coopers está investigando el caso. Entre las aristas cabe destacar la publicación de pagos de hasta un millón de euros para no pasar el control de la comisión delegada y, así, evitar a los directivos de mayor peso.

Asimismo, los jugadores, en pleno frenazo por el coronavirus, también se pusieron en pie de guerra al verse bajo fuego cruzado cuando se ponía en tela de juicio si iban a someterse a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) o no. Ellos mismos decidieron bajarse el sueldo un 70% y Leo Messi, líder del vestuario, también atizó a la junta a través de la redes sociales: "No deja de sorprendernos que desde dentro del club hubiera quien tratara de ponernos bajo la lupa e intentara sumarnos presión para hacer algo que nosotros siempre tuvimos claro que haríamos".

Bartomeu salpimentó la marejada con la invitación a abandonar su puesto a directivos contrarios a su gestión. Entre ellos, el vicepresidente Emili Rousaud, que se suponía uno de los contendientes en el próximo proceso electoral de 2021 y contra el que tomará acciones penales el club blaugrana. Por el camino, otros cinco componentes de la junta tomaron las de Villadiego (Enrique Tombas, Silvio Elías, Josep Pont, María Teixidor y Jordi Calsamiglia). Así las cosas, desde varios sectores del entorno barcelonista solicitan la dimisión del dirigente y que se adelante un año el sufragio para dar con un sucesor. Para más inri, Víctor Font, uno de los aspirantes a tomar el mando culé, habló el domingo de "quiebra económica y moral".