Pamplona - El excapitán de Osasuna Patxi Puñal indicó ayer que, en la temporada 2013-14, entregó en efectivo 230.000 euros de primas al resto de jugadores, supeditadas al mantenimiento de la categoría, que se les descontó de la ficha tras el descenso, y subrayó que no sabe nada sobre posibles amaños de partidos.

Según declaró como testigo en el juicio que se celebra en la Audiencia de Navarra, el dinero destinado al pago de estas primas se le entregaba en efectivo desde el club sin firmar él ningún recibí del montante total, pero sí elaboró un estadillo en el que cada jugador dejó constancia de haber recibido su parte.

Durante esa temporada, según dijo, se les entregó una prima de 100.00 euros y otra de 130.000. Y señaló que desconoce si estas cantidades estaban reflejadas en la contabilidad del club.

Respecto al presunto amaño de partidos, aseguró que en ningún momento se habló de esta posibilidad y desconoce si se planteó dentro de la junta directiva, y tampoco escuchó ningún rumor. En concreto, recordó que el último partido de la temporada, en el que ganaron al Betis sin que esto fuese suficiente para mantener la categoría, fue "de muchos nervios", lo prepararon "como cualquier otro" y "costó mucho ganarlo".

A su salida, reconoció que este es un asunto que le hace "daño", ya que fue un año complicado por su retirada y el descenso, por lo que "lo que quería es pasar página". "Lo que me pide el cuerpo es que el que haya hecho algo lo pague, se dé carpetazo y hablemos de fútbol, que en lo deportivo ahora Osasuna está muy bien", precisó.

En lo referente a su situación personal, confesó que está más tranquilo que cuando se realizó la instrucción con él como imputado, aunque admitió que es un "trago muy duro".

En referencia la empresa Flifield, durante su declaración en la sala comentó que en su momento desconocía su nombre y ha sido a través de este caso cuando ha sabido de ella, pero apuntó que cobró por derechos de imagen a través de la misma.

Asimismo, afirmo que el cobro de las nóminas se hacía de múltiples maneras y mencionó que sabe que Osasuna tuvo que pagar por haber tributado mal por él.

Ayer prestó también declaración como testigo el empresario José Antonio Osés Rubio, quien confirmó que prestó 600.000 euros al club a petición del entonces gerente, Ángel Vizcay, quien le pidió el préstamo de dinero en una de las habituales visitas al palco que realizaba tras los partidos.

Vizcay, según relató, le pidió prestados 600.000 euros alegando "necesidades del club" y "falta de liquidez" y le aseguró que era "algo puntual" y que se le devolvería en un plazo de cinco o seis días. Y manifestó que "era una cosa muy sencilla" y que él tenía acceso directo a este dinero.

Este préstamo, que no tenía intereses, tal y como explicó, lo entregó en dos pagos de 300.000 euros en metálico al propio Vizcay y, aunque no se cumplieron los plazos de entrega acordados, finalmente se le devolvió íntegramente. Estas devoluciones se hicieron en distintas fechas desde junio de 2013 hasta el final de la temporada, cuando se realizaron los pagos de más volumen.

A partir de Semana Santa -prosiguió- empezó a preocuparse por la posibilidad de que no se le devolviese el dinero, por lo que se lo dijo a su cuñado, el exdirectivo José Manuel Purroy, y supone que este habló con Vizcay porque "acto seguido" se puso en contacto con él.

Además, declaró una de las trabajadoras de Osasuna, Tamara Urroz, quien contó que, durante la baja laboral del 31 de enero al 23 junio de 2014 del excontable del club Tomás López, la labor que realizaba este "se quedó sin hacer", ya que tenían una carga de trabajo demasiado grande para asumir estas tareas. - Efe