o importa que la Challenge de Mallorca se disputara hace un mes, ni que la gran mayoría de los sprinters del pelotón hayan estrenado ya su casillero de triunfos, ni que figuras como Evenepoel o Pogacar también hayan levantado los brazos a estas alturas. Para los más puristas, la temporada ciclista arranca mañana, básicamente porque mañana se disputa la primera clásica belga del calendario: la Omloop Het Nieuwsblad, antigua Het Volk. No será un servidor quien comparta una visión tan radical. Pero sí parece claro que la prueba en cuestión es la primera del curso cuya consecución puede justificar la temporada entera de un corredor. ¿O quizás no?

van aert ajusta

Dejémoslo en que ganar mañana en Ninove colmaría las expectativas anuales de muchísimos ciclistas, de casi todos, pero no de los mejores clasicómanos. Así lo indican las condiciones en que los corredores pertenecientes a este selecto grupo encaran el estreno de la primavera belga. Colbrelli, Stuyven o Moscon se plantarán en la salida de Gante sin haberse puesto un dorsal aún en 2022. Y lo mismo puede decirse de Wout Van Aert, quien asegura querer evitar errores del pasado. Hace un año, disputó el Mundial de ciclocross (plata tras Van der Poel) un 31 de enero, para debutar en carretera, en sterrato más bien, el 6 de marzo en la Strade Bianche. Después disputó la general de una Tirreno-Adriático de locos, la Milán-San Remo, E3 Harelbeke y ganó la Gante-Wegelvem, alcanzando el Tour de Flandes ciertamente tostado (solo pudo ser sexto). Esta vez, mientras, ha renunciado a media temporada de ciclocross, se ha retirado a las Canarias con sus compañeros para encadenar entrenamientos de calidad y solicita en vísperas de la Omloop que no esperemos de él aún una versión brillante. “Mi objetivo es llegar bien a abril”. El suyo y, parece, el de todos.

van der poel, a lo suyo

También ha declarado Van Aert que el ciclismo necesita en activo a su gran rival, Mathieu Van der Poel, baja por lesión en el arranque de la temporada de clásicas y, posiblemente, durante toda la primavera. Estrenó campaña de ciclocross el 26 de diciembre. Y en la carrera del día siguiente tuvo que retirarse tras reproducírsele unos persistentes problemas de espalda. Estuvo semanas enteras parado, tumbado en el sofá de casa. Y parece que ya puede empezar a ejercitarse con cierta normalidad. Se encuentra en la zona de Alicante y su cuenta de Strava es diariamente objeto de comentarios, porque los entrenamientos que realiza se miran con lupa. El director del Alpecin Fenix, Christoph Roodhooft, ha salido a la palestra esta semana pidiendo calma con su pupilo. “Está haciendo un trabajo que el resto del pelotón completó en noviembre y diciembre. Dejadle que se cure tranquilo”. Pues eso. Una pena.

¿menos quick-step?

Hablar de las clásicas belgas implica necesariamente hablar del mejor equipo local, un Quick-Step que este año genera cierta incertidumbre. Parece que Alaphilippe mira solo a las Ardenas y pasa Y Asgreen, que sale de una infección de covid, no se ve en la pelea en el corto plazo. Incluso se han torcido las cosas con el imprescindible currela Tim De Clercq, en el dique seco por culpa de una pericarditis. Pero no conviene subestimar a la manada de lobos, cuya fuerza en esta época del año suele residir en el colectivo. Además, el contexto puede suponer una oportunidad para los Sénéchal, Honoré, Lampaert, Ballerini y compañía.

aranburu, con movistar

No ha arrancado bien el año para los ciclistas guipuzcoanos del World Tour. Ion Izagirre y su hermano Gorka tuvieron que retirarse en sus segundos días de competición por culpa de sendas caídas, en Algarve y Provenza respectivamente. El debut de Alex Aranburu con el Movistar, mientras, se ha retrasado debido a unos leves problemas físicos. Parece que ya llueve menos para los tres, porque los de Ormaiztegi corren desde ayer en Galicia y porque el propio Alex figura en la alineación telefónica para el estreno de la campaña belga. Si de Van Aert no debemos aguardar todavía una versión sobresaliente, tampoco de Aranburu, cuya temporada sí promete alegrías futuras.

LOS PLANES DE INEOSgiro para carapaz, tour para adam yates

Cuando Egan Bernal sufrió a finales de enero el grave accidente que lastrará, al menos, su temporada 2022, comenzaron las elucubraciones sobre los movimientos que deberían ejecutar en Ineos a la hora de repartir liderazgos en las grandes vueltas. En un principio, el Giro era para Carapaz y el Tour para el colombiano. Pero con este fuera de combate, enseguida se dio por segura la solución aparentemente más sencilla: el propio Carapaz pasaría a encabezar al equipo en Francia, tal y como hizo el año pasado. Al parecer, los planes de la escuadra británica no van en esa dirección. El portal Zikloland ha publicado esta semana que Carapaz se queda como estaba, optando al rosa en Italia, y que los directores van a dar galones a Adam Yates en la Grande Boucleuna decisión que, de confirmarse, resultaría bastante arriesgada.

mark cavendish

los veteranos también mueven sus vatios

Mark Cavendish es un libro abierto cuando le ponen un micrófono delante. Probablemente influido por el subidón que proporciona una victoria, explica con todo lujo de detalles, en las entrevistas posteriores a cada triunfo, cómo han transcurrido los kilómetros finales de la carrera. El lunes, tras ganar la etapa del UAE Tour y contar cómo se habían dado las cosas, el periodista le preguntó si su dilatada experiencia (tiene 36 años) resultó clave para imponerse. A Cavendish se le cambió la cara y pasó de dicharachero a lacónico. “¿Por qué?”, replicó. “Porque en el sprint has corrido de forma inteligente”, le contestó el reportero. El velocista británico dijo entonces que “gracias” y ahí terminó la conversación. No le hace gracia que sus éxitos se atribuyan solo al bagaje que acumula. Y tiene razón. Aún es capaz de ir muy rápido. Ahí está la clave.